Según el último informe climatológico de Meteogalicia se puede concluir que el mes de abril fue un período típicamente primaveral, con alternancia de situaciones frías y secas, el paso de alguna borrasca bastante activa y jornadas anticiclónicas de sol y calor. Pero, cada vez va a resultar más inapropiado referirnos a este mes con el refrán “En abril aguas mil”, ya que cada vez es más seco.
Según los datos recabados por la estación que afecta a Ferrol, la de del CIS, se puede confirmar que, en efecto, ese comportamiento se ha visto reflejado también en la zona. Así, la temperatura media se ha situado en los 15,85 grados, mientras que la máxima registrada alcanzó los 25,98º. La temperatura más baja registrada por el mercurio el pasado mes fue de 4,92º, lo que supone una amplitud térmica significativa superior a los 20 grados. Con respecto a las lluvias, pese a tener la sensación de haber sido más húmedo que otros meses, solo se registraron once días con precipitaciones.
Si analizamos la tendencia del último lustro, se puede concluir que abril es cada vez más seco y no tan lluvioso como era habitual. Así, en 2019 se contabilizaron 17 días con precipitaciones; los mismos que en 2020; en el año 2021 en cambio solo se contabilizaron 8 días con lluvias, frente a los 14 del año pasado. Pero lo importante no es tanto el número de días de lluvia que se registran, sino la cantidad, que es cada vez menos significativa en este mes. Si bien es cierto que hay que recordar, que cada mes desde que comenzó el año se registra alguna anomalía. Así, enero se convirtió en uno de los primeros meses del año más lluviosos de la última década. Asimismo fue un enero particularmente suave ya que el termómetro no llegó a bajar de los cinco grados.
Si enero arrancó potente en el terreno de las precipitaciones en febrero dábamos cuenta de otro hito, registrándose el mes más seco de los últimos diez años y el tercero del siglo. Así, según se precisó en su momento desde Meteogalicia, el invierno meteorológico –diciembre, enero y febrero– se ha caracterizado por ser húmedo y cálido, con una anomalía térmica de unos 0,7 grados más.
Por su parte, el mes de marzo ha sido especialmente caluroso en la zona de Ferrolterra –también fue un de los meses más cálidos y secos del siglo en todo el territorio nacional–. En Ferrol, en cambio, fue algo más húmedo, con 18 días con pluviometría positiva, si bien se recogieron cantidades inferiores a los 10 litros en la mayoría de jornadas.
La característica más destacable del mes pasado hay que buscarla en los registros de lluvia. Así, la anomalía media en Galicia obtenida a partir de los datos de las 16 estaciones meteorológicas más representativas del territorio, fue un 32% inferior al valor climático normal, siendo el precedente más próximo el del año 2017, cuando llovió un 83% menos.
En la zona se registraron precipitaciones los referidos once días, si bien estas no han sido demasiado importantes, contabilizándose en total 82,2 litros m2 en los 30 días del mes.
Con solo una semana de datos el presente mes se caracteriza ya por haber registrado las temperaturas más altas de los últimos años. En 2021 se contabilizaron en la estación del CIS situada en A Cabana 16 días de precipitaciones, con una jornada en la que se superaron los 80 litros y que elevó el nivel general de pluviometría. Por su parte el mes de mayo de 2022 fue más seco que el que le antecedía contabilizándose solo 8 jornadas con precipitaciones, aunque habiendo sido escasas, por debajo de 10 litros. Las temperaturas superaron algún día los 26 y 27 grados, si bien se mantuvieron de media entre los 20 grados. Mayo de 2023 en cambio, arrancó con tres jornadas típicamente veraniegas registrándose 24, 28 y 25 grados, respectivamente.