El pasado 28 de mayo se celebró la reunión reglamentaria del Cabildo General de la Fundación Santo Hospital de Caridad, un encuentro en el que, entre otras cuestiones, se presentó la memoria del año 2023 y se informó sobre las cuentas de ese período así como parte de sus actividades.
Como bien recuerdan desde la institución, “la vocación de la Fundación del Santo Hospital de Caridad era, y es fundamentalmente, la obra benéfico-asistencial. Cuando se crea en el siglo XVIII su objetivo era atender a la salud de los necesitados gratuitamente”, recuerdan.
Una vocación asistencial que se mantiene todavía a través de su obra principal, el albergue nocturno para indigentes Refugio Pardo de Atín, la obra social de la congregación que se creó como refugio en el año 1936, en plena Guerra Civil, heredando las funciones de la vieja Hospedería, tan antigua como el propio Hospital de Caridad, que ya en el año 1781 comenzó a funcionar de forma muy similar a la del actual espacio, capaz entonces de acoger a una veintena de personas sin hogar. Desde el año 1991, cuando se inaugura el edificio anexo al Hospital Juan Cardona, una de las plantas –la segunda– se construye y habilita especialmente como refugio, duplicando su capacidad y modernizándolas instalaciones.
Según los datos de la memoria, en 2023 se registraron 12.798 pernoctaciones. Con fluctuaciones que van desde los 949 a los 1.191 alojamientos, lo que supone una media de 35 personas al día. Si se compara la cifra con años anteriores la demanda del servicio ha aumentado. En 2021 fueron 9.787 las pernoctas contabilizadas.
Desde la fundación explican que el actual refugio, “puede ponerse como modelo entre los de su clase, ya que así lo han reconocido todos los que lo han visitado, así como, también, los propios acogidos”.
El local, al que se tiene acceso por la Calle Mondoñedo dispone de un amplio salón y comedor con televisión, un office donde se distribuyen y preparan las comidas que se suministran, que se reciben a través de un montacargas desde la cocina del Hospital.
“Las habitaciones son amplias y ventiladas se agrupan en módulos con los servicios de aseo correspondientes”, explican. Asimismo, apuntan, “hay una zona especial para refugiados con problemas”.
Asimismo, indican que a los acogidos se les da la cena (la misma que a los ingresados en el hospital) y el desayuno. “Se les lava la ropa y se les suministra otra nueva si la precisaran”, apuntan. Además, en caso necesario reciben atención sanitaria en el Hospital.
Las estancias disponen de buena iluminación así como sistema de calefacción además de poder disfrutar de mobiliario de “alto nivel de confort”, como subrayan.
Las personas que hacen uso del refugio Pardo de Atín tienen a su disposición también un servicio de consejería a cargo de una empresa acreditada. Por otra parte, la atención de los usuarios corre por cuenta de las religiosas de las Siervas de Jesús con la supervisión de la madre superiora de la Congregación y el respaldo de una trabajadora social. Cabe citar que el número de pernoctas de mujeres fue de 1.579 por 11.219 de hombres.
Para tratar de recuperarse de los daños económicos provocados como consecuencia de la pandemia, durante el pasado año se acordó con Asociación de Hospitales de Galicia (AHOSGAL), que las administraciones públicas (Xunta de Galicia y Ministerio de Sanidad) “compensaran a las entidades hospitalarias el grave deterioro que habían sufrido, al estar en disposición permanente para la atención a los enfermos, pero sin otro tipo de actividad y sin poder aplicar ninguna medida de reestructuración del personal”, explican.
Una entidad especializada efectuó el cálculo del deterioro sufrido por todos los miembros de la entidad, “valorándose el nuestro en 725.244 euros”. Cabe precisar que las gestiones para dar respuesta a estas pretensiones de percibir ayudas fracasaron y se interpusieron reclamaciones administrativas, siendo ambas denegadas por silencio administrativo, como aseguran desde la fundación. Desde la asociación se presentó un reclamación ante el Contencioso Administrativo y está pendiente de sentencia.
Al margen de ello durante el pasado ejercicio se firmaron firmaron convenios de colaboración con la Xunta de Galicia, Diputación, Fegamp y concellos de Ferrol y Narón, destinados a la atención de personas sin hogar que hacen uso del refugio Pardo de Atín.
El Patronato auxiliado por una gestoría en las gestiones administrativas se encarga de la gestión del refugio. Se han externalizado los servicios de conserjería, lavandería, limpieza y mantenimiento.
Analizando los datos de la memoria hecha pública por la Fundación Santo Hospital de Caridad se puede comprobar que la mayor parte de las personas que pasaron la noche en el refugio de Caranza son de procedencia nacional, con 677 usuarios. Le siguen, por número de procedencia, los usuarios que llegaron a la zona procedentes de Marruecos (92); Colombia (31): Argelia (30); Perú (28); Venezuela (28); Senegal (23); Rumanía (22); Argentina (9); Cuba (9); Italia (7) y Francia (7). Asimismo, se han contabilizado otros 107 usuarios de otras procedencias. Cabe destacar que cada usuario puede pasar un número determinado de noches en el refugio, de ahí que se superen las 12.000 pernoctas anuales. De la comarca han pasado por las instalaciones en 2023 un total de 137 personas sin hogar, 118 de Ferrol, 15 del vecino municipio de Narón, dos de Neda y una pesona de Fene y Valdoviño.