La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao ha sacado a licitación la renovación de la vía férrea que discurre adosada a las naves por la calle principal de la dársena interior, una infraestructura de con una longitud total de más de un kilómetro y medio –1.538 metros en concreto– desde la zona del paseo de A Malata, a la altura de la rotonda del acceso norte, hasta el muelle del espigón exterior donde suelen atracar los cruceros y que pasa por la parte posterior de la lonja de la cofradía.

Las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 13 de agosto y el valor estimado del contrato, impuestos incluidos, supera ligeramente los 5,5 millones de euros. La Unión Europea financia esta actuación a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Desde que se adjudique y se firme el contrato, la firma seleccionada tendrá diez meses de plazo para entregar la obra, con lo que, si no hay ningún contratiempo extraordinario, esta intervención habrá concluido en la segunda mitad del año que viene.

En estos momentos la vía apenas se utiliza, aunque el impulso que va a recibir esta infraestructura con la finalización de las obras del acceso ferroviario al puerto exterior hacen necesaria su renovación. De hecho, en la justificación del proyecto se señala que la “disponibilidad de unos accesos ferroviarios adecuados a las instalaciones portuarias es un factor clave para una correcta explotación de la infraestructura”, principalmente si la apuesta de futuro es el movimiento de contenedores. 

Al igual que la vía de espera, tendrá doble ancho métrico e ibérico, con traviesas preparadas para la alta velocidad

Cuando están en marcha las obras del tren a Caneliñas (y ya están acabadas la de su red interna), el puerto considera que es el momento de abordar la renovación de las instalaciones ferroviarias del puerto interior, “muchas de ellas inoperativas por las afecciones de la explotación portuaria sobre sus elementos”. 

En ese sentido, cuando se aprobó el Plan de Inversiones 2023-2027, el organismo que preside Francisco Barea incluyó tres actuaciones. Una, la instalación de una báscula ferroviaria en la dársena interior; otra, la ejecución de una vía de espera previa a la entrada a la red interna del puerto (es decir, fuera del recinto y paralela al paseo marítimo de A Malata, que se encuentra ahora mismo en la fase de análisis de las cinco ofertas presentadas); y, tres, la renovación de la vía de la calle principal, pegada a las naves. 

La denominada vía 33 –es el nombre que recibe en la declaración de red del Puerto de 2022– es sobre la que se va a actuar. Tiene una longitud exacta de 1.538 metros y está sobre terrenos de la zona de servicio de la Autoridad Portuaria, dentro del recinto, excepto el tramo que se corresponde con la intersección de este hilo con la autopista (FE-15).

En las obras se mantendrá la rasante actual y, además de no ser electrificada, contará con doble ancho métrico e ibérico, aunque se incorporarán –al igual que en el proyecto de la vía de espera– traviesas que permitan la inclusión de un cuarto hilo en ancho UIC, que es el habitual para la alta velocidad. 

Cinco empresas optan a la construcción del hilo de espera

Además de la obra de la vía principal de la dársena interior, el Puerto estudia ahora las condiciones de las cinco empresas que se presentaron al concurso para construir una vía de espera previa a la entrada a la red ferroviaria interior del puerto, un proyecto que viene a complementar uno anterior que se ejecutó en 2011 y que, al mismo tiempo, permitirá completar una infraestructura básica para el futuro del organismo que preside Francisco Barea en la captación de nuevos tráficos. 

El contrato salió a licitación por algo más de 1,35 millones de euros y desde finales de abril está en fase de análisis y valoración de las diferentes propuestas presentadas. 

El plazo estimado para su ejecución es de cuatro meses, por lo que habrá concluido antes de que entre en servicio el acceso por tren con el puerto exterior de Caneliñas, que se está construyendo en estos momentos y que se prevé finalizar a lo largo del año que viene. 

La actuación consiste en la ejecución de 350 metros de vía de espera no electrificada, anterior a la entrada a la red interior del puerto, con doble ancho métrico e ibérico, pero incluyendo también la instalación de traviesas que en un futuro permitirán la inclusión de un cuarto hilo de ancho UIC o internacional, es decir, el que se utiliza en la mayoría de países del mundo y, además, en todas las líneas de alta velocidad.
 

Esta vía de espera se construirá paralela al paseo marítimo tras el túnel de A Malata y justo antes del acceso al recinto portuario. Este proyecto cuenta con financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.