Quiero pediros –a los tres, por si me falla alguno– salud y trabajo para todos los que quiero, los que quiero y sus vecinos, ya que el crítico momento por el que estamos pasando en Ferrolterra así lo requiere. Hasta los incrédulos que dudan de vuestra benevolencia se unirán a mi petición, no os extrañe, pues las circunstancias obligan, la situación económico-laboral de Ferroliño no es la mejor que se ha vivido por aquí.
Son demasiadas las promesas incumplidas. Esto justifica que recurra a vosotros para pediros desesperadamente trabajo para Navantia, sus auxiliares y, consecuentemente, para el resto del tejido empresarial de nuestra comarca. Reconozco que somos muchos y precisamente por eso tengo la confianza de que vais a entender y atender mi petición, de modo que os lo pido no como un regalo cualquiera, sino como “ese” favor que se os agradecerá eternamente.
Me gustaría, además, que me trajeseis un balón de reglamento, una bicicleta que no sea de ruedas macizas, una escopeta con balas de corcho, un aro, unas botas de futbol y, si podéis, una casa de muñecas para mis hermanas. A mis hermanos les dejaré mis juguetes. Si no podéis traérmelo todo, no importa, me lo cambiáis por volver a ser niño o, si no, por un poco de su inocencia, de su sencillez... En fin, de todo eso tan necesario y que por desgracia escasea.
Puesto a pedir, me gustaría me regalaseis fuerza para superar esos malos ratos que nos depara la vida y, sobre todo, para entender y asimilar el porqué de la desaparición de familiares y amigos sin importar cómo ni dónde, y muchas veces, cuando más falta nos hacen. La paz, la tolerancia, el respeto mutuo... Debería ser innecesario pedíroslo, pero la realidad aconseja lo contrario, por lo que debo incluirlo en mis peticiones, que no dudo me concederéis.
No os voy a pedir un milagro, ya que la realeza no supone santidad, pero sí que seáis benevolentes para con los capitalistas-especuladores. Traedles un poco de cordura, que no nos vuelvan a engañar, aprovechándose nuevamente de las circunstancias, disfrazando la jugada con el progreso y el empleo.
No sería malo que procuraseis para mi ciudad un regidor que con honestidad y buenas intenciones, sin partidismos, que fuera un buen gestor, capaz de vender Ferrol por el mundo adelante para su desarrollo y engrandecimiento en beneficio de los ferrolanos.
Después de muchas promesas y pocas realidades, Ferrol, mi ciudad, necesita, más que nunca, de vuestra atención y ayuda para salir del atolladero donde se encuentra metida. Bueno, donde otros la metieron, la mantienen en él y no se ruborizan. De antemano, gracias.
Creo ser merecedor de lo que os pido y espero ansioso el Día de Reyes. Papá Noel no me trajo ningún anticipo de ello, tampoco lo esperaba, aunque hubiese sido bien recibido, no importa: sé que vosotros seréis mas complacientes con lo que os pido. Será bien recibido.
Se me olvidaba lo más importante: yo ya voy mayor, pero disfruto rodando en moto y, de las que tengo, una es demasiado grande, la otra ya va viejita, y la tercera es una clásica de la que disfruto por añoranza de otros tiempos. Por eso, si me trajerais una Vespa, no importa la cilindrada, ni siquiera si es de dos o cuatro tiempos. El color tampoco me preocupa mucho o incluso si está usada. No creo que esto sea mucho pedir en vista de que creo he sido bueno y, aunque todo es mejorable, bien creo merecerlo. Espero vuestra complacencia.