El ambiente festivo se adueñó este 29 de marzo del Campus Industrial de Ferrol , que acogió la final nacional de la First Lego League (FLL), una competición internacional con un gran arraigo en la ciudad naval que busca promover entre los más jóvenes la pasión por la ciencia y la tecnología, especialmente en el campo de la robótica, así como valores como la cooperación y el trabajo en equipo. Y es precisamente esa pasión la que se respiraba desde primera hora de la mañana en Esteiro, tanto por parte de los participantes y sus familias como de los organizadores.
“Comparando esta final con la FLL Galicia, que es nuestro evento regional, todo es ‘2X’, es decir, el doble de gente, pero también de fiesta”, explica José Antonio Becerra Permuy, profesor de la Escola Politécnica de Enxeñería de Ferrol y coordinador de la cita tanto a nivel autonómico como nacional –a este último promovido por la asociación Ingenier@ Soy–. En este sentido, el responsable detalla que han participado más de 700 menores de toda España “que además vienen con sus padres, así que se habrán movilizado unas 2.000 personas, a las que hay que sumar los 160 voluntarios”.
Organizar un evento de esta magnitud no es tarea sencilla dado que, como apunta el profesor, “todo esto tenemos que hacerlo en paralelo a nuestro trabajo habitual”. La celebración, de este modo, es posible gracias a esta labor desinteresada y a la aportación económica que hacen tanto la Universidad como los tres patrocinadores principales: el Concello, la Diputación y la Xunta.
“Somos profesores, por lo que tenemos nuestras clases, nuestros trabajos de investigación y todo esto es a mayores”, señala, al tiempo que confiesa que, aunque “el esfuerzo es importante”, una vez la cita ya está en marcha y los participantes están disfrutando “todo se hace más llevadero. En cuanto al trabajo voluntario, esencial para sacar adelante el evento, José Antonio Becerra explica que hay tanto locales como de otras partes de España y que hay “dos perfiles”: los apasionados de la robótica y los veteranos de la FLL, sean profesores o antiguos participantes.
Respecto a la jornada en sí, arrancó a las nueve de la mañana con la ceremonia de inauguración del evento. Una vez concluida, sobre las 10.30 horas, comenzaron las dos áreas de trabajo de la categoría FLL Challenge: la defensa de los proyectos de innovación de cada equipo en la EDUI y el Juego del Robot en el pabellón de Esteiro.
En la primera de estas pruebas, los participantes planteaban una iniciativa innovadora relacionada con el tema central de la edición, el mundo submarino, que tras ser expuestas son analizadas por un grupo de jueces. La segunda, quizás el aspecto más espectacular del evento, consiste en la construcción de un robot con piezas de Lego, un máximo de tres motores y un “smart brick” programable Mindstorm, y que este realice una serie de 15 misiones. “Cuantas más pruebas superen, obtienen más puntuación”, detalla Adolfo Lamas, jefe de árbitros del evento, explicando que los jóvenes pierden “piezas de precisión” cada vez que “interrumpen” al robot y que son competiciones a tres rondas.
Y, mientras los participantes enfrentaron los nervios en las diferentes pruebas –donde, en “segundo plano” también se juzga el cumplimiento de los valores FLL– el ambiente exterior era la definición de festivo. La zona de las carpas, en Fernando VI, fue un hervidero de personas, con miembros de equipos participantes disfrazados, agrupaciones musicales y, en general, muy buen humor.
Como no podía ser de otro modo, el evento contó con las visitas institucionales de rigor, en este caso de la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, por parte de la Xunta; la responsable de Emprego de la Diputación de A Coruña, Rosa Ana García; y del alcalde de Ferrol, José Manuel Rey.
Tras finalizar las diferentes pruebas y mientras los jueces deliberaban, los participantes se desplazaron hasta la zona de las carpas –concretamente la destinada a los equipos–, donde se celebró la Festa da Amizade, amenizada con las mezclas de Mas Music DJs.
La última parte de la edición, la ceremonia de clausura, en la que se entregaron los galardones de las diferentes categorías, se celebró dos horas más tarde, pasadas las 18.30 horas, en el Auditorio de Ferrol. Así, el primer premio fue a parar al equipo Aldeatrón Robotix de Tenerife; el segundo, para FSIngenium Team, de Navarra; y el tercero, para Legotronic Beavers, también de Navarra.
Estos reconocimientos, que clasifican a las formaciones para la final de la competición el próximo mes de abril –concretamente entre los días 16 y 19– en Houston, Texas, fueron entregados por la vicerrectora del Campus Industrial, Ana Ares; el director de esta institución, Marcos Míguez, y el presidente de la asociación Ingenier@ Soy, Javier Butragueño.
Asimismo, el equipo ourensano Captioma Elementals ganó el tercer premio al Proxecto de Investigación –que abre la puerta al Open FLL de Sidney–. Por su parte, el alcalde, José Manuel Rey, otorgó el galardón Concello de Ferrol a la agrupación catalana Manao Ikaika.
Si bien en la edición 2025 no se clasificó ningún equipo local para la final nacional de la FLL Challenge, la comarca estuvo excepcionalmente representada por tres equipos en la categoría Explorer, para menores de seis a nueve años. Se trata de las agrupaciones Monta y Aquabots, de Gazapo Xestión (Narón), y Clan Trouleiro, del CEIP A Barqueira de Cerdido. Al igual que los más mayores, estos jóvenes creativos mostraron al público asistente sus propuestas innovadoras para el cuidado del medio marino.
En el caso de los naroneses, como ellos mismos explicaron, se plantearon dos propuestas. Monta, por una parte, presentaron un proyecto centrado en emplear la bacteria “come plásticos” Ideonella sakaiensis para limpiar los fondos marinos de estos elementos contaminantes y transformarlos en tejidos. Aquabots, por otro, enseñaron un conjunto de ingenios, como una torre de carga para barcos o un radar para detectar animales marinos peligrosos.