Nombres como el “Urquiola”, el “Casón”, el “Mar Egeo” o el “Prestige” volvieron ayer a la mente de los vecinos de Ares y de toda Galicia, al conocerse que el petrolero “Blue Star” había encallado en torno a las doce de la noche del viernes en la zona de As Mirandas, Ares, tras sufrir un accidente en las máquinas que hizo que el barco quedase a la deriva cuando se dirigía a A Coruña, para cargar combustible en Repsol.
Tras percatarse de que, en un primer momento, el suceso no había tenido mayores consecuencias para los tripulantes ni para el medioambiente –el buque pero no llevaba carga alguna, tan solo el combustible para su funcionamiento–, la jornada de ayer se centró en el rescate y en que no se produjesen mayores consecuencias ambientales.
Desde el Centro de Coordinación de Salvamento se puso en marcha un operativo toda la noche, en el que participaron el helicóptero “Helimer” y los remolcadores “María Pita”, “Don Inda”, de Salvamento Marítimo, “Ría de Vigo” de la Xunta y el “Ibaizabal Nueve”, además de la lancha “Salvamar Betelgeuse”, que acompañaron al quimiquero durante la jornada nocturna–la primera pleamar fue el viernes a la una de la mañana y nada se pudo hacer– y el sábado a la espera de que la marea alcanzase su punto álgido, en torno a la una y media de la tarde.
Este primer intento, sin embargo, fue en vano, y pese a que el buque se mecía en ocasiones, esto se debía más al fuerte oleaje que al trabajo de los remolcadores, hasta que se produjo la rotura del cableado que dio por fallida la operación.
Desde el momento en el que los remolcadores comenzaron a dar potencia, las estachas que amarraban el buque empezaron a romperse hasta quebrar por completo. Ya se contaba, sin embargo, con que la maniobra iba a ser compleja debido a la proximidad del buque a la costa y a las numerosas rocas tanto en el fondo como en torno a las hélices.
Refuerzo
Alrededor de las seis de la tarde, desde Salvamento Marítimo se preparó un tren de remolque con los buques “Don Inda” e “Ibaizabal” para realizar un nuevo intento a las dos de la mañana, aprovechando la siguiente pleamar. Se preveía utilizar un sistema más potente con refuerzo de cable de remolque y dyneemas –material de cordaje náutico–, para evitar roturas como la de la tarde. Asimismo, el “Helimer 401” trasladó a dos buzos, procedentes de la Base Estratégica de Lucha Contra la Contaminación –BEC–, desde Fene al “Blue Star” para ayudar a la tripulación en el operativo de la instalación de cables.
A la espera de la segunda pleamar, el buque y los tripulantes no experimentaron ningún cambio. De hecho, aunque el material que se esperaba emplear era mucho más potente que el de la tarde, la altura del agua no parecía suficiente para facilitar el desencallado del barco. En este sentido, cada día que transcurra, el nivel de la pleamar será más alto, lo que facilitaría, según las fuentes consultadas, las maniobras.
Hasta la zona de As Mirandas y el entorno de Estacas se desplazaron cientos de personas durante la jornada, sobre todo por la mañana y esperando ver las labores de rescate del barco, que se vieron abortadas El tiempo tampoco dio tregua y las fuertes granizadas del día convirtieron los accesos en barrizales, en los que no fueron pocos los vehículos con dificultades para salir de los caminos y campos en los que habían estacionado.
El alcalde de Ares, Julio Iglesias, siguió desde primera fila los intentos de rescate y estuvo pendiente e informado en todo momento de la situación.
Así, explicó que se habían puesto en marcha los planes de emergencia en alerta azul y el plan CamGal de lucha contra la contaminación marina por accidentes. Destacó que, pese a que las olas batían contra el barco y al fuerte temporal “no hay nada de peligro para la tripulación ni medioambiental, solo es un problema técnico, hay que desencallar el barco pero hay muchísimas rocas, por lo que ni los remolcadores pueden acercarse mucho”. De todos modos, recordó que se trata de un buque de doble casco –nada que ver con el “Prestige”– por lo que aunque se produjese alguna rotura en el exterior no habría vertido, además de portar únicamente su combustible.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, hizo también hincapié en que el buque “no tenía carga” y confió en que tampoco se produzca un vertido del propio combustible. Recordó, asimismo, que la tripulación sigue a bordo del barco pero que se encuentra en perfectas condiciones.
El “Blue Star”, con 16 personas a bordo y 128 metros de eslora, impactó en As Mirandas, tras estar a la deriva después de un incendio en las máquinas. Al cierre de esta edición continúa encallado a la espera de un nuevo intento de rescate.