La construcción de las fragatas F-110, uno de los proyectos estrella de Navantia y el motor que impulsará la digitalización del astillero, ya es una realidad. Tras casi una década paralizado en un limbo administrativo, el ambicioso proyecto de desarrollo de cinco buques de nueva generación –que no solo supondrán la renovación de la flota de la Armada, sustituyendo a la veterana serie F-80, si no que también ampliará el catálogo de la empresa de cara al mercado internacional–, comenzó hoy de forma oficial con el corte de chapa de la primera unidad de la serie.
El evento, mucho más discreto y privado que otros realizados anteriormente por la compañía, contó con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que estuvo acompañado de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la presidenta de la SEPI, Belén Gualda. En cuanto a los representantes locales, al acto acudieron el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde; el presidente de la Diputación, Valentín González; el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato.
De esta forma, la ceremonia de corte de chapa fue conducida por el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, que reiteró la importancia del histórico contrato para el tejido industrial y económico de la ciudad naval, generando unos 9.000 empleos de cara a los próximos doce años y con una inversión de 4.320 millones de euros. Domínguez agradeció a Sánchez su presencia en el acto, aseverando que era el primer presidente en ejercicio en visitar unas instalaciones de Navantia, y al alcalde Ángel Mato por facilitar los trámites administrativos para la fabricación del futuro taller de subbloques.
Tras la intervención de Ricardo Domínguez y la proyección de un vídeo sobre las capacidades operativas de los nuevos buques, se dio inicio al corte de chapa de la primera placa mientras un técnico de Navantia explicaba a las autoridades asistentes los detalles del proceso.
Una vez concluido el corte de la placa llegó el turno del presidente Pedro Sánchez, que comenzó su intervención recordando al trabajador de una empresa auxiliar de Cádiz fallecido esta semana en la factoría de Puerto Real, enviando sus condolencias y las del Gobierno a su familia y allegados.
Finalizado el pequeño homenaje, Sánchez incidió en la importancia del sector naval para el tejido económico del país, recordando, además, el impacto de una empresa como Navantia en la propia historia del país –señalando que “ha visto crecer España desde 1717” con la fundación del primer astillero “moderno” en Cádiz y en 1750 con el de Ferrol–. De esta forma, el presidente calificó la visita de “inspiradora” al poder asistir al inicio de un proyecto de más de una década “en un momento de incertidumbre como el que vivimos”.
En este sentido, Pedro Sánchez aseveró que el astillero de la ciudad naval tiene “su futuro asegurado en el corto y el medio plazo” gracias a un programa “que va a impulsar el desarrollo del tejido industrial y también empresarial de toda la comarca”. De igual modo, el presidente reiteró en que el proyecto servirá de “palanca” para la transformación digital de las instalaciones, afirmando que la misma convertirá al astillero en una referencia “no solamente nacional, sino que diría que también internacional en materia de fragatas”. Asimismo, Sánchez señaló que los buques cuentan con “un alto grado de fabricación española y europea”, una señal, aseguró, de que comienza a compartirse la “conversación pública” sobre “la necesaria autonomía estratégica de Europa en estos momentos tan decisivos que estamos atravesando”.
La intervención del presidente no se limitó al proyecto de fragatas, sino que abarcó la totalidad de la actividad del naval ferrolano en la actualidad. En ese sentido, Sánchez señaló que pese a que España cuenta con “un sector servicios muy importante”, era importante apostar por el proceso de reindustrialización, afirmando que era uno de los objetivos del Gobierno “desde el comienzo de la legislatura”.
En este ámbito, el presidente incidió en la importancia del nuevo Perte Naval –recordando la inversión pública y privada que traerá consigo– y señalando que en el mismo tenga “especial relevancia la diversificación del sector hacia las energías renovables marinas”. De esta forma, Pedro Sánchez hizo hincapié en la apuesta cada vez mayor de la Unión por esta forma de generación y el papel de Navantia, actual y futuro, en un mercado en continuo crecimiento. Para finalizar, el presidente hizo referencia al anuncio, el pasado martes en Bilbao, de la creación de la nueva división de renovables de Navantia, Seanergies, aseverando que es una decisión que “refuerza el compromiso del Gobierno” para desplegar “todo nuestro potencial” en energías renovables de cara a “reindustrializar nuestro país”. Esto, afirmó, permitirá “culminar una transición justa que cree riqueza y prosperidad”.