El pasado día 14 comenzaba en Ferrol, con el izado de la primera bandera azul y la entrada en funcionamiento del servicio de socorrismo, la temporada estival, casi una semana antes del inicio oficial del verano –el 20 de junio–. Sin embargo, no ha sido hasta este lunes, con la llegada del mes de julio, que la nueva estación se ha hecho notar en el término municipal.
Así, a pesar de que el viento se encargó de refrescar el ambiente más de lo deseado, la semana se presentó soleada –al menos hasta el próximo sábado–, llenando los arenales interiores y exteriores de Ferrol. Como no podía ser de otro modo, la llegada del buen tiempo viene acompañada de los primeros turistas, que ya se empiezan a ver paseando, con el mapa en ristre, por las calles de la ciudad naval.
Y es que las previsiones de visitantes, como ya adelantó la pasada semana el Clúster de Turismo de Galicia, son muy buenas para el presente julio y el próximo agosto, con una ocupación media del 85%. “La verdad es que muy bien, ya se empieza a ver muchísimo movimiento, aunque como siempre todo depende del tiempo que haga”, afirma Alfonso Rey-Cabarcos, director del Gran Hotel de Ferrol, que espera “un verano de bastante sol”.
Respecto a la ocupación, Rey-Cabarcos detalla que está siendo “bastante alta” y que la primera mitad de mes está cubierta y “con una previsión muy buena”. En este sentido, el máximo responsable del hotel apunta que “cada día llegan nuevas reservas”, pero por el perfil general de sus clientes de momento son un 50% de trabajadores desplazados a la ciudad y el 50 restante de turistas, aunque anticipa que, con el paso de las semanas, el balance se vuelva del 30/70.
En el otro extremo se sitúa el Hotel Real, en la calle Dolores, donde su gerente, Fergy Casado, señala que el inicio de la temporada está siendo más lento de lo esperado, con un nivel de reservas del 70% para el presente mes. En cualquier caso, el responsable de este establecimiento se muestra optimista con las previsiones veraniegas, teniendo en cuenta que su perfil de huésped es muy heterogéneo, con “peregrinos, mucho visitante nacional y algunos trabajadores”.
Por otro lado, desde el Parador de Turismo de Ferrol se comparten las buenas previsiones del sector. “La verdad es que [la campaña] está yendo muy bien, igual que otros años”, detalla su director, José Antonio Cedena, que explica que “la ocupación siempre es menos fuerte en julio que en agosto” y que ahora “ronda el 80%”, pero que se espera que alcance el 90 durante las próximas semanas. En este sentido, Cedena Teodosio explica que, en el caso concreto del Parador, el establecimiento cuenta con cinco habitaciones individuales, que es más raro que se reserven en verano, por lo que no suelen alcanzar el 100% en esta época. “La gente en verano no viaja sola, lo hace en pareja o en familia, por lo que si no fuesen individuales el porcentaje subiría bastante”, detalla el director.
El optimismo del sector hotelero se comparte desde el Concello, que anticipa un verano con un flujo de visitantes incluso mayor que el pasado ejercicio.
“As oficinas de turismo de Ferrol están rexistrando unha altísima afluencia”, celebró la responsable municipal de esta área, Maica García, señalando que, ante esta coyuntura, incluso se ha reforzado el personal de estas instalaciones. “Estanse atendendo máis grupos de peregrinos que nunca e de visitantes estranxeiros, que se interesan por coñecer a cidade e os seus entornos naturais, como por exemplo a ría”, afirma, pronosticando al mismo tiempo que “vai ser un gran ano en canto ao turismo, porque Ferrol está de moda”. De hecho, García adelantó que en los próximos días se presentará un nuevo folleto con la información de la temporada veraniega actualizada.
Llegados a este punto, cabe preguntarse qué ofrece Ferrol y qué lo hace atractivo. A este respecto, los responsables de los establecimientos hoteleros tienen sus propias impresiones, pero todos coinciden en que aporta un turismo de calidad alejado de opciones más masificadas.
“Ferrol aporta mucho. Su cultura, sus playas... Hay muchas posibilidades aquí, tanto en el entorno como en la misma ciudad”, afirma Alfonso Rey-Cabarcos, detallando que, en el caso del Gran Hotel, “cuando hacen el check-in les hacemos planes de todo tipo”. “Comenzando por nuestro restaurante, que ahora es de los más valorados de Ferrol, hasta la oferta de hostelería, las Meninas, el Museo Naval... Y luego están las playas, el entorno natural, los pueblecitos... La verdad es que hay un montón de opciones”, reflexiona el profesional.
Las posibilidades del entorno urbano también es uno de los activos que más destaca Fergy Casado, que siempre recomienda a los visitantes “que caminen y disfruten del barrio de A Magdalena o de Canido, por ejemplo”, incidiendo en que son opciones en un principio desconocidas pero que los turistas disfrutan mucho. “Es algo distinto y a todos les gusta”, afirma, celebrando que sus huéspedes “siempre están agradecidos” de que se les haya recomendado algo que no pueden ver en ningún otro lugar.
Por su parte, José Antonio Cedena destaca que, aparte de los arenales del municipio “que no tienes el resto del año”, el Camiño Inglés “está creciendo cada vez más”, al que se sumaría el turismo de naturaleza, que en los últimos años se ha vuelto muy popular.
Un tema que ha copado el debate público durante los últimos meses, especialmente a nivel de grandes capitales y zonas con una gran tradición turística, es el de los alquileres vacacionales. Este nuevo panorama, que en un futuro se regulará a nivel estatal por el enorme impacto que está teniendo en las poblaciones autóctonas de las áreas más afectadas, no es especialmente prevalente en la ciudad naval, lo que no quiere decir que sea inexistente.
En Ferrol, según el portal Airbnb, hay más de dos centenares de pisos turísticos, una cifra que se dispara a nivel comarcal, aunque también es cierto que muchos hoteles más modestos están empleando estas plataformas para promocionarse. Esta situación se ve también en el caso de Booking.com, que detalla, entre otros datos, que el municipio cuenta con 67 hoteles, 18 hostales y pensiones, 73 habitaciones en apartamentos y 104 pisos enteros.
A este respecto, los tres establecimientos consultados admiten que esta nueva actividad se nota a nivel de reservas, pero su impacto, de momento, es mínimo. Asimismo, también señalan que se trata de otra clase de demanda que, de no haber estos pisos, no optaría por los hoteles.