El pasado mes de abril, el hospital Ribera Juan Cardona abrió su nueva consulta de medicina interna, hoy hablamos con su responsable, la doctora Teresa Chouciño.
La menopausia se asocia con un espectro muy amplio de alteraciones fisiopatológicas, como la hipertensión arterial, la activación neurohormonal con síntomas vasomotores secundarios, como los sofocos y la irritabilidad, así como el aumento de la inflamación sistémica. Durante el climaterio o la menopausia es frecuente la desregulación metabólica que origina dislipidemia, resistencia a la insulina o intolerancia a la glucosa, así como hipertensión arterial, alteraciones en los sistemas respiratorio, gastrointestinal y el aparato locomotor, con déficit frecuente de vitamina D, sin dejar a un lado los problemas del estado de ánimo a corto plazo que representa para este segmento de la población. Todos estos factores son los que ayudamos a tratar desde la consulta de Medicina Interna, en coordinación con otros especialistas. Por otro lado, es muy frecuente que durante la menopausia se produzca un incremento en la aparición de patologías de tipo autoinmune e inflamatorio, así como patología tiroidea, siendo muy frecuente el hipotiroidismo asociado a la menopausia.
El control hormonal y metabólico en este grupo de pacientes es fundamental, ya que mejora su calidad de vida y previene enfermedades de tipo cardiovascular. A partir de los 50 años, es necesario descartar la existencia de una prediabetes o diabetes, así como hipertensión y dislipemia, muy frecuentemente asociadas a la caída de estrógenos y progesterona en la población femenina. Dado que los factores de riesgo se asocian, el control dietético y, a veces, farmacológico de las alteraciones metabólicas, evita daños cardiovasculares posteriores como la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. Asimismo, es importante prevenir la pérdida ósea y muscular progresiva, mediante estudios que descarten deficiencias vitamínicas y de otros nutrientes fundamentales para el sistema músculoesquelético. Por ello, en este grupo de pacientes es fundamental realizar un panel analítico hormonal completo y una ecografía abdominal, para descartar el hígado graso, frecuentemente asociado a la desregulación metabólica. Se aconseja realizar revisiones cada 6 meses para un control metabólico óptimo. También se recomienda la consulta con el internista tras pasar el Covid.
Algunas personas que se infectaron por el virus que causa el Covid pueden tener efectos a largo plazo por la infección. Existe una alta proporción de pacientes que han pasado el Covid y que necesitan un estudio metabólico completo para descartar una metainflamación secundaria (inflamación metabólica). Esta metainflamación puede ser detectada a través de analíticas con parámetros que miden la inflamación, y es necesario realizar un recuento hematológico para descartar la existencia de una linfopenia secuelar. Además, es importante una evaluación antropométrica de la masa muscular de estos pacientes y fomentar la recuperación de la misma mediante dieta y/o fisioterapia, para conseguir una recuperación más acelerada. El seguimiento y control evolutivo para evaluar el estado inmunológico y metabólico debe realzarse cada 4 meses hasta la recuperación completa del paciente.
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