Últimas horas para colaborar con el rastrillo que Manos Unidas tiene abierto en la calle Magdalena y que hemos podido visitar de la mano de la delegada local de la entidad, Remedios Rey Horjales, quien manifestaba estar “gratamente satisfecha” por la gran acogida que está teniendo su tienda solidaria. “La verdad es que ni en nuestros mejores sueños augurábamos lograr vender lo que hemos vendido”, expresaba la nueva responsable de la entidad social, que depende de la Diócesis de Mondoñedo Ferrol.

Rey Horjales señalaba que el volumen de gente que se ha pasado por el rastrillo ha sido “ingente”, con momentos de lleno total. Y no es para menos pues en este tipo de rastrillo es fácil encontrarse con alguna que otra oportunidad o chollo. “Ha tenido un éxito increíble todo lo relacionado con el bricolaje”, afirma la delegada de Manos Unidas, quien añade que “tenemos que reponer todos los días y a veces lo hacemos en varias ocasiones”, subraya.

Lo cierto es que este año, después de mucho tiempo en la calle Real, había cierta incertidumbre sobre si la gente las ubicaría en el nuevo local, en la calle Magdalena, pero no ha sido problema a tenor del volumen de ventas alcanzado. En el espacio, ubicado en número 48 de la céntrica vía, se vende un poco de todo, productos donados por diferentes empresas como lámparas, objetos de cristal, bisutería, juguetes, un apartado que ha tenido enorme éxito. 

“Teníamos montones de juguetes y se nos ha quedado esa zona casi vacía”, subraya Remedios Rey. Entre los productos a la venta lo más caro se vende por 80 euros, y es la figura de Sargadelos, de Torrente Ballester, que les donó el Concello de Ferrol. Pero también hay elementos por un euro, como los bolígrafos del stand de merchandising de Manos Unidas, entre el que destaca una bolsa y un abanico diseñados por Lorenzo Caprile. El rastrillo echa el cierre este domingo de modo que todavía se está a tiempo de hacerse con alguna de sus gangas y colaborar con una buena causa.

Otro rastrillo de la ciudad mítico también, el que organizan desde la Asociación Nuestra Señora del Carmen, perteneciente a la Armada, registró un volumen de ventas también muy importante desde su apertura el pasado 26 de noviembre y hasta su cierre hace ya una semana. La entidad desempeña desde su origen, en 1934, su objetivo de ayuda y apoyo en las necesidades al personal de la Armada o vinculado a ella, así como a cónyuges viudos, huérfanos, y personal retirado, en situaciones de dificultad.

Afundación

Otra cita solidaria que apura sus últimas horas es la tienda solidaria de Afundación, que hoy mismo se clausura. Un mercadillo que atienden personas voluntarias del Espazo + 60, que tomaron parte en la actividad Taller Solidario, en la que se han elaborado los productos artesanales que tienen a la venta en el espacio. Como ya han hecho en pasadas ediciones, todo el dinero recaudado de la venta de los productos irá a parar a la Cocina Económica, institución con la que ya colaboraron el año pasado a través de la misma iniciativa. El puesto solidario se puso en marcha el pasado lunes 9 de diciembre.

La iniciativa surgió en el año 2005, en el marco de un taller de manualidades, cuando se enteraron de que en un hospital valenciano escaseaban las vendas y empezaron a elaborarlas artesanalmente. De ahí nació el espacio “Maiores Solidarios” que daría paso al referido taller social del que han surgido todos los elementos que están puestos a la venta, colaborando desde 2006 con la Cocina Económica.

La actividad tiene como fin el desarrollo de hábitos de reciclaje y promueve la creatividad e imaginación al tiempo que fomenta la solidaridad. Asimismo, hasta la fecha ya son 55.900 euros los que llevan recaudados. En la actualidad son 23 personas de entre 65 y 97 años las que toman parte en el taller, que coordina Ana Vila. Elaboran mandiles, complementos de lana, trabajos de pachwork, marcapáginas, bolsos, bolsas de la compra hechas con paraguas reciclados, gorros, chales o llaveros, entre otros.