Con paciencia asumen los vecinos del tramo de la calle Magdalena entre Tierra y Concepción Arenal volver a ver circular vehículos por la calzada. 
Un carril provisional, entre la acera derecha y las vallas es el recorrido que deben seguir ahora los coches que salgan del parking del Cantón para abandonar la ciudad, subiendo después por la calle Concepción Arenal para dejar Ferrol. 
La entrada también se lleva a cabo desde Tierra, por lo que el vial, en el pequeño tramo entre Iglesia y Magdalena, se ha convertido ahora en una calle de doble sentido. 

Los problemas más notorios surgen en el cruce entre Tierra e Iglesia donde el giro de los vehículos hace que no puedan coexistir dos coches en la curva, ya que la maniobra que se debe realizar es de 90 grados, de ahí que el paso de coches esté ahora regulado por semáforos.

Aunque la calle Magdalena ha visto trastocada su normalidad, la medida no impide que se siga con la apertura de los negocios y el tráfico peatonal, ya que se trata de un vial con aceras para los viandantes que no cuenta con plataforma única, pese a funcionar como peatonal. 

Las terrazas, pocas precisamente en esa manzana, pueden continuar con su actividad, eso sí, deslucida por la presencia de vallas y algunos coches de forma periódica.
Y es que el tráfico no ha tomado esta calle ni tampoco la de Tierra, debido a que solo se emplean estos viales para entrada y salida del parking.

Precisamente conseguir que el estacionamiento subterráneo continúe operativo ha llevado a tomar medidas repentinas por parte del ejecutivo local. Ya en las fiestas se optó por cerrarlo unas horas y al poco tiempo se cambió esta decisión por una circulación alternativa. Ahora, se opta por otra, con el fin de que las obras puedan avanzar y que el servicio se continúe prestando.

Esas medidas inmediatas y sin suficiente planificación previa son precisamente las que más molestias ocasionan a peatones, conductores y negocios de la zona, que esperan el fin de la obra cuanto antes. l