Un año y medio lleva rodando la gira en la que Valeria Castro comparte su disco “Con cariño y con cuidado”, el principal trabajo que presentará el próximo sábado, a las 21.00 horas, en el teatro Jofre. La cantautora viene por primera vez a la ciudad desde La Palma, el territorio al que está íntimamente ligada su música, con las entradas ya agotadas para el concierto de Coruña.
Las 11 canciones que abarca “Con cariño y con cuidado” están unidas por “el aprendizaje y el amor propio” de la autora, que mira hacia sí, “frente a unos sucesos que son la vida misma”, explica. En concreto, a Valeria Castro le tocó vivir “uno más raro de lo habitual”, que fue la erupción del volcán de Tajogaite, en su isla, La Palma, un acontecimiento que popularizó uno de sus temas más reconocidos, “La raíz”.
Las lecciones resultantes de esta experiencia “creo que también se aprenden en cualquier otro ámbito de la vida, no hay que vivir un volcán para entender este disco”, reconoce Castro, que explica que la obra contempla la visión propia a sus 23 años, frente a los 25 que tiene actualmente. Así pues, se trata de un trabajo de introspección que reconoce el valor de la música para enfrentarse al hecho de que “el mundo nos hace poner los ojos y la atención en todo lo que está alrededor”, expresa la artista. Aunque no le gusta mucho encasillar su música, el sonido de Valeria Castro recuerda tanto a la canción de autor, como al folclore y al pop, porque “al final bebo de todo lo que me ha rodeado”, relata.
El público que asista al concierto y que no conozca a esta cantautora, puede esperar una sesión emocionante no sólo por la voz de la compositora, sino por la creación conjunta que realiza junto a los músicos. “Al disco le pusimos todo el cariño del mundo cuando lo grabamos y estoy muy orgullosa, pero es verdad que en el directo sucede una magia con esa banda”, manifiesta la cantante, que advierte de su intervención con varios instrumentos como parte del espectáculo. Aún así, antes referencia a la familia que forma junto a Laia Alcolea, al teclado; Pablo Cáceres, con la guitarra y el ronroco; Marco Niemetz, al contrabajo e Iván Mellen en las percusiones.
Los tintes tribales protagonizan estas melodías “que a mi me recuerdan a la música canaria pero también a todos los folclores, sobre todo en esa percusión de Iván”, detalla la cantautora. “Es muy fácil tender al amor romántico, que también es precioso, se puede exprimir de muchas maneras y hay verdaderos expertos” en escribir sobre esto, explica Castro, que por el contrario expone que “miro para las mujeres de mi vida y para mi tierra, que son dos fuentes de inspiración muy importantes porque me remueven muchísimo”, sigue.
Lo que más disfruta tratando en sus letras son emociones como la vulnerabilidad o la rabia, “todo lo que conmueve, remueve y rompe”, en palabras de la creadora. Un objetivo que se planteó con el proceso es permitirse el hecho de posicionar estos sentimientos en un lugar privilegiado, para darle la relevancia que tiene escucharse a una misma.
La trayectoria en este universo dentro del arte empezó a los cuatro años, cuando Valeria Castro inició su formación en la Escuela Insular de Música de La Palma. En este lugar desarrolló su pasión, que le enseñaron a querer y disfrutar más allá de los aprendizajes académicos. Aún conserva “un vago recuerdo de un estribillo que compuse” sobre esa tan edad temprana, aunque las primeras creaciones surgieron cuando tenía alrededor de 12 o 13 años.
Ese fue el origen de algo “que se ha ido engrandeciendo y alimentando de las oportunidades que la vida me ha dado”, apunta la palmera. Aún así, la artista viene de una familia de ciencias en lo profesional, por lo que “algo de querer sí tenía” a este campo y decidió estudiar Biotecnología, antes de sincerarse y dedicarse por completo a la música. Una de las coyunturas a las que podría referirse la artista es la ocasión en la que pudo interpretar en directo el “Corazón Partío” junto a Alejandro Sanz, que años atrás ya había descubierto a este talento.
En este sentido, el año pasado Valeria Castro recibió tres de los mayores reconocimientos a su trabajo. En primer lugar la nominación que recibió a los Latin Grammy, así como la que le otorgó la Academia de Cine al Goya, junto a Vetusta Morla, por la Canción Original de la película homónima “El amor de Andrea”. Asimismo, consiguió la estatuilla a los Premios Canarios de la Música en la categoría de Mejor Canción, también por “La raíz”, como en el caso del nombramiento de nivel internacional.