El pasado 27 de febrero de 2024, el edificio abandonado situado en el número 37 de la calle Carlos III, en el barrio de Esteiro, colapsó sobre sí mismo. Era el segundo derrumbe en este vial en poco más de un año y todo un reflejo de la eterna problemática en la ciudad naval con inmuebles dejados a su suerte.
Catorce meses más tarde, otro edificio abandonado de la misma calle, en este caso en el número 34, vuelve a poner en aprietos a los residentes del área, aunque no por un riesgo de desplome, sino por causas sanitarias. Tal y como denunció hace escasos días una de las comunidades de vecinos afectadas, la “selva” que, a falta de cubierta, ha crecido en el interior está atrayendo ratas, entre otros problemas.
En este sentido, desde la agrupación de residentes detallan que el inmueble, de grandes dimensiones, años atrás tenía tejado e incluso “una linterna muy chula”, pero un día sus dueños trataron de retirarlo por cuenta propia. “Desde la AVV lo denunciaron en el Ayuntamiento y pararon”, explica el presidente de la comunidad de vecinos, apuntando que hubo otro intento más hasta que los propietarios contrataron a una empresa para retirar la uralita, que quedó almacenada dentro del edificio.
Sin embargo, como detalla el afectado, esos restos de fibrocemento, que por su antigüedad podrían contener amianto, nunca se sacaron de allí, terminando cubiertos por una gran capa de vegetación. Así, los vecinos lamentan que el problema sanitario es doble, dado que a las silvas y roedores se suman desechos potencialmente cancerígenos. De igual modo, la ausencia de cubierta provoca que, en días de lluvia, el espacio se inunde, lo que esta derivando en episodios de humedades en los garajes subterráneos de los edificios de Españoleto.
Por su parte, el Concello detalló que esta misma semana se pondrían en contacto con los afectados para buscar una solución a esta coyuntura.