El calendario de acciones de protesta “sorpresa” de los trabajadores de Navantia sigue adelante tras una semana más sin abordarse el nuevo Plan Industrial o el convenio de la plantilla. Esta tensa situación, asimismo, se ha visto agravada por el anuncio por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que este año se incorporarían a los diferentes centros de trabajo del grupo naval unas 1.500 personas; una noticia en sí positiva pero cuya falta de concreción ha desencadenado la indignación del colectivo, que sigue a la espera de que se ultime la convocatoria de 2022.

                                                                                                                       Vídeo: Jorge Meis

Así, centenares de empleados de la antigua Bazán marcharon ayer por las calles de Ferrol en dirección a la delegación de Hacienda, donde realizaron una concentración para demandar que se retomen las negociaciones de las que serán la hoja de ruta y el pliego de condiciones laborales de los astilleros durante los próximos años. Al final de la protesta, además, los manifestantes quemaron figuras decoradas con los rostros de los presidentes del Gobierno y de Navantia, Pedro Sánchez y Ricardo Domínguez, respectivamente, la máxima responsable de la SEPI, Belén Gualda, y de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

De este modo, el presidente del comité de empresa, Emilio García, censuró que se anunciasen una serie de incorporaciones “que no se sabe de dónde salen”, aseverando que estas debían estar “fundamentadas” en unas “necesidades técnicas” y de carga de trabajo. En este sentido, García Juanatey exigió que se retomasen las negociaciones con la parte social para abordar, entre otros puntos, esas nuevas plazas, así como todas las pendientes de la convocatoria de 2022 que siguen sin publicarse.