El Consello de la Xunta aprobó en su reunión de este lunesel proyecto de Ley de Inteligencia Artificial (IA) de Galicia, una norma con la que se convierte en la primera comunidad en España y en la primera región europea en regular por ley esta tecnología para potenciarla y, a su vez, hacerla “ética y segura” para la población.
Así lo explicaron tanto el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, que comparecieron tras la reunión del Gobierno gallego para detallar los pormenores de esta norma de la que ahora solo resta el trámite parlamentario.
La intención de este proyecto de ley para el desarrollo e impulso de la IA en Galicia, como se denomina, es aprovechar los beneficios de esta tecnología para la comunidad, regular por ley “el diseño, adquisición y distribución” de la misma en Galicia y garantizar un uso “que salvaguarde los derechos de las personas”, dijo Miguel Corgos.
De hecho, la intención es que el desarrollo de la IA en Galicia sea “ético, seguro, fiable y centrado en las personas”, añadió Corgos, que mencionó la creación de acuerdo con esta ley de la figura del Comisionado en Inteligencia Artificial para “velar por los intereses de la ciudadanía” y los “valores éticos de los sistemas”.
Las actuaciones de la Administración gallega y de su sector público que impliquen el uso de esta tecnología deberán contar con un informe de proyecto de IA que, además de describir su funcionamiento y características detalladas, incluirá una evaluación de impacto relativo a los derechos fundamentales de las personas, de acuerdo con el modelo de la Oficina Europea de IA.
La ley, añadió el conselleiro, también prevé la “supervisión humana” en todos los procedimientos administrativos que empleen esta tecnología siempre que sea necesaria o solicitada por cualquier persona implicada. Para velar por el cumplimiento de sus principios, la ley regula la creación de nuevos órganos, como la Oficina de IA de Galicia o el Consello Galego de IA, que velará por la prevención, detección y eliminación de riesgos y resultados negativos; o el inventario de sistemas de IA, que reflejará el ciclo de vida de cada sistema.
El uso de esta tecnología, señaló Corgos, permitirá, por ejemplo, reducir hasta una tercera parte las lesiones que pueden pasar desapercibidas en una lectura convencional de las mamografías para la detección de cáncer de mama, así como poder analizar un mayor número de pruebas en menor tiempo.
También se emplea la IA para ayudar a personas a encontrar empleo, al relacionar oferta y demanda laboral a través de una herramienta pionera en España y Europa, que permitirá realizar el perfilado competencial de 70.000 personas hasta septiembre del próximo año 2025.