El nacimiento viviente, una muestra de orgullo e ilusión que comparten los vecinos de Bribes

El antiguo monasterio volvió a convertirse en Belén a solo diez días de la celebración de la Navidad
El nacimiento viviente, una muestra de orgullo e ilusión que comparten los vecinos de Bribes
Mar y Miguel, con Leo, hicieron de María, José y Jesús | Patricia G. Fraga

La Navidad se adelanta en Bribes. Como cada año desde hace unos veinticinco, más de un centenar de vecinos recrea el nacimiento de Jesús en Belén. Tanto niños como adultos se vuelcan en la organización de un evento que irradia orgullo e ilusión compartida; que evidencia que, con voluntad, entusiasmo y camaradería, cualquier empresa, incluso la más complicada, es asumible, y más aún cuando se cuenta con colaboradores de excepción, como en este caso es la Fundación Venancio Salcines. “Se non fose por Venancio, isto non podería facerse, directamente”, insisten desde la Asociación O Cruceiro.


Desde media mañana, la Horta do Mosteiro de Bribes se convierte en Belén. Con sus establos y sus animales, representaciones de oficios artesanales, animación musical y los Reyes Magos de Oriente. Por supuesto, también Jesús, María y José que, en esta ocasión, son Leo, Mar y Miguel, de Cerceda. El niño, con solo cuatro meses, se porta estupendamente y sus papás están “orgullosísimos” de intervenir en la representación vestidos como la Sagrada Familia. 


Un día especial para los vecinos de San Ciprián de Bribes y para los cientos de visitantes que, desde toda el área coruñesa, se acercaron hasta allí para sumergirse en un ambiente único que tampoco quisieron perderse los conselleiros Diego Calvo y Miguel Corgos, ni el presidente de la Reserva As Mariñas Coruñesas, José Antonio Santiso, que recorrieron el recinto y charlaron con los residentes acompañados por Venancio Salcines.


El día culminó con un brindis colectivo en la misma carpa en la que horas antes compartieron comida y anécdotas, encabezado por el párroco, Javier Taibo, quien quiso destacar el esfuerzo y la unión de la comunidad, así como el significado espiritual del evento: “La Navidad es un tiempo de unión y de esperanza, de generosidad y solidaridad, y este belén viviente refleja esos valores de manera admirable. Bribes no solo celebra la Navidad, sino que la vive desde el corazón” .

El nacimiento viviente, una muestra de orgullo e ilusión que comparten los vecinos de Bribes

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