Gabriel Attal presentó este lunes su dimisión como primer ministro al presidente francés, Emmanuel Macron, que le encargó que siga en el puesto provisionalmente para gestionar los asuntos corrientes y garantizar la estabilidad mientras se forma un nuevo Gobierno salido de las elecciones legislativas.

Fuentes de la Presidencia explicaron que Macron, que recibió a Attal en el Palacio del Elíseo a media mañana, le pidió una vez que le presentó la dimisión que “siga como primer ministro por ahora para garantizar la estabilidad del país”, sin fijar plazos. 

El primer ministro francés ya había avanzado tras conocerse los resultados de la segunda vuelta de las legislativas, en las que su grupo perdió la mayoría relativa con la que gobernó, que presentaría su dimisión pero que podría seguir en funciones “tanto tiempo como el deber lo exija”.

Sobre todo, teniendo en cuenta que Francia organiza los Juegos Olímpicos, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto, y que representan un desafío, en particular en términos de seguridad.

Macron, por su lado, hizo saber también que iba a tomarse tiempo para examinar los resultados de los comicios y comprobar “la estructuración de la nueva Asamblea Nacional”, para a partir de ahí decidir sobre el Gobierno que se pueda constituir.

El jefe del Estado, que en Francia es quien nombra al primer ministro –aunque luego éste tiene que responder ante la Asamblea Nacional, que lo puede tumbar con una moción de censura–, aseguró que “en su papel de garante de las instituciones, velará para que se respete la decisión soberana de los franceses”.

Está por ver si en esta fase provisional se mantiene la misma estructura del Gobierno, con los principales puntales que son el ministro del Interior, Gérald Darmanin, o el de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.

Primer grupo de la Asamblea

Los partidos de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) prometieron concertarse para proponer esta semana el nombre de un primer ministro con la intención de que sea elegido por Macron, con el argumento de que son el primer grupo de la Asamblea Nacional por el número de diputados, anunció el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure. 

El líder socialista dejó muy claro que el objetivo es que ese primer ministro gobierne con el programa de la izquierda y no en coalición con los macronistas, que perdieron la mayoría de los últimos siete años. 

Pero Faure también reconoció que el nuevo jefe del Gobierno tendrá que “ser capaz de dialogar con el exterior” porque habrá que “ampliar” la mayoría relativa del NFP. 

Nada obliga formalmente a Macron a elegir a un primer ministro de la izquierda. En este contexto, Francia inició ayer el incierto camino para construir una mayoría de gobierno tras una elecciones que dejaron una Asamblea Nacional muy dividida y sin una mayoría clara.

Los partidos y los dirigentes políticos discutieron entre sí cómo tratar de desbrozar el terreno ante una situación inédita en la V República, en la que el partido con más escaños en la Asamblea Nacional está muy lejos de la mayoría absoluta.