El Jefe Adjunto del Estado Mayor de Israel, el general Amir Baram, discutió con altos funcionarios estadounidenses “cómo acelerar el ritmo de suministro de las municiones requeridas” en una visita realizada esta semana a EEUU, según informó este viernes el Ejército israelí en un comunicado.
“Se acordaron mecanismos conjuntos para la aceleración y el control”; son los únicos detalles que da el documento sobre esta petición de Israel al que es su gran aliado en medio de la guerra en Gaza y con las tensiones escalando en el Líbano.
Precisamente sobre estos dos asuntos, Baram abordó diversas reuniones con el Pentágono en las que acordaron “planes operativos” para los que son sus dos principales frentes ahora: la Franja de Gaza y la frontera norte con el Líbano.
Israel planeó esta visita a EEUU para descongelar un envío de bombas pesadas que le había estado reteniendo. Así pues, estos encuentros de alguna manera evidenciaron el difícil entendimiento entre los dos aliados tras casi nueve meses de ofensiva ininterrumpida en Gaza, con más de 37.700 muertos.
A ese escenario bélico se suma el fuego cruzado en la frontera norte de Israel con Hizbulá, que no solo no cesa sino que amenaza con derivar en una guerra total.
El sector más derechista del Gobierno de coalición israelí ya le pide directamente al primer ministro, Benjamin Netanyahu, una guerra abierta contra Hizbulá en el Líbano, exigencias que abren nuevas grietas en un Ejecutivo ya muy dividido.
Por otra parte, también este viernes el Gobierno de España presentó oficialmente “una declaración de intervención” en el caso iniciado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia contra Israel por presunta violación de la Convención sobre el Genocidio durante sus operaciones militares en la Franja de Gaza.