El Gobierno ucraniano ha aprobado una partida de 1.500 millones de grivnas (unos 38 millones de euros) para construir tuberías que lleven agua potable a las regiones del sur y el sureste del país que se alimentaban de la presa destruida este martes en una explosión de la que Kiev acusa a Rusia.
“La principal prioridad ahora es suministrar agua a las regiones afectadas por el ataque terrorista ruso”, escribió hoy en su cuenta de Twitter el ministro ucraniano de Infraestructuras, Oleksandr Kubrakov.
El ministro añadió que “se han destinado fondos para el transporte de agua y para el comienzo de la construcción de tuberías en el sur de Ucrania”.
Según Kubrakov, “la destrucción de la presa de Kajovka, situada en territorio ocupado por Rusia de la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, “es un crimen contra Ucrania”.