La empresa ucraniana Energoatom denunció este lunes lo que denominó "chantaje" de las tropas rusas por el minado de la planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa y en su poder desde marzo, y la amenaza de volar la instalación.
La empresa pública operadora de las centrales nucleares ucranianas aseguró en Telegram que la eventual voladura de la central es un intento de las tropas de Rusia de advertir contra las "consecuencias" que tendría la recuperación por parte del Ejército ucraniano de territorios invadidos por Rusia, como el de la planta de energía atómica.
Según Energoatom de las intenciones de Rusia dio cuenta el general ruso Valery Vasilyev, quien comanda las tropas que ocupan la planta nuclear y que dijo que el lugar "será tierra rusa o un desierto abrasado".
El pasado sábado el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se mostró muy preocupado por el bombardeo del viernes en la mayor planta atómica de Europa y alertó de que se está "jugando con fuego" y existe el riesgo de un "desastre nuclear".
"Estoy extremadamente preocupado por el bombardeo de ayer en la planta de energía nuclear más grande de Europa, que subraya el riesgo muy real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente en Ucrania y más allá", advirtió Grossi en un comunicado difundido en Viena.
Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación nuclear.
La agencia ucraniana Unian informó de que el 5 de agosto tropas rusas dispararon contra la planta, cuya protección de emergencia se activó tras constatarse que el ataque dañó una unidad de nitrógeno y oxígeno de la central y un edificio auxiliar.
El lado ruso acusa a Ucrania de ser responsable del ataque y ha pedido que éste sea condenado por las organizaciones internacionales.
Según Energoatom, como consecuencia de los disparos en la central no hubo liberación de radiactividad y actualmente solo dos de los seis reactores están activos.