Von der Leyen saca la calculadora para construir su mayoría en el Parlamento Europeo

Von der Leyen saca la calculadora para construir su mayoría en el Parlamento Europeo
Ursula von der Leyen, esta mañana, en una rueda de prensa/EFE/EPA/OLIVIER HOSLET / POOL

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, está un paso más cerca de reeditar el cargo para el próximo lustro después de que los jefes de Estado y de Gobierno le hayan otorgado su confianza. Le queda ahora el más difícil todavía: encontrar una mayoría de eurodiputados que le den un "sí" el próximo 18 de julio para confirmar esa nominación.


La alemana buscará reeditar la mayoría de populares, socialdemócratas y liberales, las familias políticas que le apoyaron en 2019 y que han vuelto a impulsar su candidatura en el Consejo Europeo en esta ocasión, con una amplia mayoría que superaba la veintena de Estados miembros favorables a volver a verla como presidenta del Ejecutivo comunitario.


En el Parlamento Europeo, no obstante, esta mayoría es más estrecha tras las elecciones del pasado 9 de junio; mientras al final de la legislatura pasada populares, socialdemócratas y liberales tenían 417 escaños, ahora suman sólo 399, principalmente por el desplome de los liberales en las urnas.


Nadie da tampoco por sentados a esos 399 eurodiputados en bloque; primero, porque el voto es secreto y, segundo, porque habrá fugas incluso en la coalición amiga, como será el caso de los populares franceses o los eslovenos.


Von der Leyen conoce bien lo que es enfrentar un voto ajustado, ya que en 2019 -cuando la extrema derecha pesaba menos en el hemiciclo- salió adelante por sólo nueve votos y muchos de quienes le dieron su apoyo entonces, como los polacos de Ley y Justicia, no lo harán ahora.


La alemana lleva ya días inmersa en el cortejo parlamentario e incluso antes de ser nominada formalmente ha tenido contactos con la jefa de filas socialdemócratas, la española Iratxe García, o con la líder de los liberales, la francesa Valérie Hayer, en busca del número mágico de 361 diputados (de un hemiciclo de 720 escaños) que le den un "sí".


Con la acuciante necesidad de construir una mayoría más amplia y estable, Von der Leyen puede elegir entre mirar a los Verdes (que no le apoyaron en 2019 pero han votado con la mayoría proeuropea en un 80 % de las veces) o tender la mano a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que sumó unos votos clave a 'dossieres' importantes, como el Pacto de Migración y Asilo.


Ninguna de las dos opciones está exenta de riesgos: los Verdes reclamarán no dar marcha atrás en las políticas climáticas y esto podría crear fricciones con su propio Partido Popular Europeo, mientras que los ultraconservadores con los que comparte grupo Meloni son una línea roja para socialistas y liberales.


Para apaciguar a Meloni, todo apunta a que Von der Leyen le ofrecerá una cartera potente en su próximo Ejecutivo comunitario, algo coherente también con el papel de Italia como país fundador de la Unión Europea y tercer motor económico de la eurozona.


Von der Leyen acudirá el próximo martes a un encuentro con la presidenta del Parlamento Europeo y los líderes de los grupos políticos y ya ha confirmado su intención de acudir a dialogar con todas las formaciones de la Eurocámara que le inviten para así abordar sus preocupaciones y dudas.


Ella misma ha reconocido, no obstante, que la experiencia le dice que es mejor trabajar con eurodiputados individuales y delegaciones nacionales frente a tratar de seducir a grupos en bloque, porque las decisiones se toman en el nivel nacional y dentro de los grupos puede haber muchos patrones de voto e intereses distintos.


La fecha marcada en su calendario será, probablemente, el 18 de julio: es la tercera jornada del primer pleno de la legislatura y la prevista por varias fuentes parlamentarias como momento para que Von der Leyen presente su programa al hemiciclo y se someta al voto, que tiene que superar con una mayoría simple (la mitad más uno) de los diputados que emitan un voto.


Si sale adelante su confirmación, su siguiente tarea será conformar un equipo de comisarios a partir de los nombres que le remitan los gobiernos nacionales. Cada país tiene que enviar dos nombres, un hombre y una mujer, y ella compondrá el rompecabezas con equilibrio de género y asignando las diferentes carteras políticas a los perfiles que mejor le encajen.


Ese equipo tendrá que confirmarlo también el Parlamento Europeo antes de que empiece su mandato.
Si, por el contrario, Von der Leyen pierde el voto, no habría marcha atrás y se abriría una crisis institucional sin precedentes: su candidatura decaería y los líderes del Consejo Europeo tendrían que volver a reunirse en el plazo de un mes, en pleno verano, para nominar a otro candidato. 

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