El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visitó este lunes la ciudad de Jersón, la única capital regional que los rusos lograron controlar militarmente en los casi nueve meses desde que Rusia invadió este país.
Se trata de la primera visita del mandatario ucraniano a esta localidad del sur de Ucrania, una de las principales del país y cuya recuperación fue anunciada por Zelenski el pasado 11 de noviembre, después de que las tropas rusas decidieran retirarse al otro lado del río Dniéper.
Preguntado por los periodistas sobre los motivos para viajar a Jersón tan pronto, con las fuerzas rusas aún tan próximas, el presidente respondió que todos los habitantes de la ciudad se enfrentan al mismo riesgo y aún así deben realizar el trabajo que les corresponde.
"Creo que es importante estar aquí para mostrar a la gente de Jersón que no sólo hablamos sino también cumplimos lo que prometemos, avanzamos e izamos nuestras banderas", dijo Zelenski, en referencia a la contraofensiva ucraniana, en la plaza central de Jersón.
El presidente agregó para él era importante además sentir "las emociones, la energía de la gente", ya que esto acrecentaba su "motivación", según declaraciones que fueron recogidas por la cadena ucraniana "ICTV".
Zelenski subrayó que la retirada rusa ha dejado numerosos edificios e infraestructuras en ruinas, pero que las fuerzas armadas de Ucrania han demostrado que es "imposible" acabar con el país, según dijo.
Aún así, llamó a la cautela a los civiles, ya que según afirmó muchos edificios han sido minados por los rusos y ya existen "varios casos de heridas y de muertes".
No obstante, se están realizando labores de desminado y avanzan también los trabajos para restaurar el suministro eléctrico y las líneas de comunicación de Jersón con el resto del país, afirmó.
"Estamos avanzando paso por paso hacia todos los territorios temporalmente ocupados de nuestro país. Por supuesto es difícil, es un camino largo y complicado", subrayó Zelenski en declaraciones a la prensa.
El presidente subrayó que Ucrania está "lista para la paz, pero la paz para todo el país", con lo que rehusó hacer concesiones territoriales.
"No nos interesa el territorio de otros países. Sólo nos interesa la desocupación de nuestro país y de nuestros territorios. Así que no sé qué será lo siguiente en ocurrir, pero ocurrirá", afirmó Zelenski.
El mandatario ucraniano, que llegó acompañado por varios altos funcionarios y militares, además de varios ministros, participó en un minuto de silencio por los caídos y en el izado de la bandera nacional en el centro de la urbe, según fotos publicadas por el jefe de la oficina presidencial, Andrii Yermak.
El presidente además entregó condecoraciones a soldados que participaron en la liberación de la capital regional y se fotografió con ellos, según imágenes difundidas en su cuenta de Telegram con el rótulo "Nuestros héroes".
La visita de Zelenski coincidió hoy con la llegada de la primera partida de ayuda humanitaria internacional que entra en Jersón desde que la localidad fuera tomada a principios de marzo por las tropas rusas.
Un convoy de Naciones Unidas con materiales como alimentos, agua potable y mantas para más de 6.000 personas entró hoy en la capital provincial, informó la ONU, que recordó que la ciudad sufre escasez de agua y electricidad, mientras hay graves carencias de medicamentos en los centros sanitarios y de alimentos en los mercados.
La coordinadora de la ONU para asistencia humanitaria en Ucrania, Denise Brown, destacó que la comunidad internacional debe "actuar rápido" para ayudar a una población que "se ve muy dificultada a la hora de atender sus necesidades más básicas".
Zelenski anunció el pasado 11 de noviembre que la ciudad de Jersón volvía a estar bajo el control de Ucrania, después de que las tropas rusas decidieran retirarse al otro lado del río Dniéper, que actúa como frontera natural entre el norte y el sur de la región.
Un día después, la Oficina del Presidente ucraniano informó de que el jefe de la administración militar regional de Jersón, Yaroslav Yanushevych, los empleados de la Policía Nacional y el Servicio de Seguridad de Ucrania ya habían comenzado a trabajar en la urbe y en las otras zonas de la región que también habían sido liberadas.
Jersón, ocupada por los rusos el 2 de marzo, era una de las regiones ucranianas, junto con la vecina Zaporiyia, y las orientales Donetsk y Lugansk, que fueron anexionadas por Rusia el pasado 30 de septiembre, pese a que Moscú no ha logrado en ningún momento tener el control total sobre estos territorios.