Dachau fue el primer campo nazi de concentración y sus primeros “huéspedes” fueron comunistas y socialdemócratas, bajo el novedoso concepto de prisión preventiva permanente, que viene más a o menos a decir que aunque aún no han cometido delito, siendo lo que son lo van a cometer, por lo que les encarcelamos antes de que lo cometan. En los primeros meses eran custodiados por la policía y no sufrían malos tratos, pero cuando llegaron las SS empezó lo inenarrable. Guantánamo es una base militar estadounidense que desde 2001 interna a supuestos terroristas que no han sido juzgados ni se les piensa juzgar, porque al estar ubicada en territorio cubano en arrendamiento perpetuo desde 1903, no es obligatorio aplicar las leyes de EE.UU. Ahora, Donald Trump ha ordenado internar allí a 30.000 inmigrantes irregulares sin que sean juzgados. Adivinen por qué he creído conveniente compararla con Dachau.