Errejón, Monedero...

El relato de la izquierda siempre apuntó a que los abusadores y acosadores sexuales eran cosa de la derecha y que, en la lucha en la violencia contra la mujer, la izquierda sentaba cátedra. Ahí está la ley de “solo sí es sí” que benefició a tantos delincuentes sexuales, muchos de los cuales salieron de prisión bajo el amparo de esta “desfeita” de ley “made in Podemos”. Es hoy el día que Irene Montero sigue presumiendo de su ley mientras delincuentes condenados siguen aprovechándose de ella para obtener beneficios penitenciarios. Pero la realidad es tozuda y no hay relato que la pueda ocultar, intentarlo sí, pero lograrlo no. Tenemos sobre la mesa el caso judicializado de Iñigo Errejón, fundador de Podemos, señalado por una víctima de sus agresiones quien tuvo que admitir “conductas impropias” y presentar su dimisión a la espera de una sentencia judicial que lo condene o absuelva, pero su carrera está finiquitada de la peor manera posible. Hay que recordar que a este individuo se le llenaba la boca de gritar contra los abusos hacia las mujeres, mientras el, presuntamente, las practicaba. Clamoroso es el silencio de las organizaciones de izquierda y feministas sobre este caso, si el denunciado fuera de derechas, las manifestaciones romperían las calles exigiendo justicia o lapidando al acusado sin piedad. La verdad es que la izquierda es muy condescendiente con los suyos, ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Pues bien, cuando estamos pendientes de este, salta la liebre. Monedero, otro de los fundadores de Podemos y padre intelectual de ese proyecto político, ha sido señalado, por los suyos, porque al parecer también gustaba de relacionarse con las mujeres sin permiso ni consentimiento. ¡Uf! No son casos aislados en la extrema izquierda, en su día Yolanda encubrió las andanzas de un colaborador suyo en Galicia, otro líder de Podemos en Baleares está siendo investigado y así toda una retahíla de casos que afectan a ese mundo siniestro en torno a Podemos. Otra vez toca escuchar el silencio atronador de la izquierda y de las feministas de “subvención”. La ciudadanía permanece en “shock” atenta a estas cuestiones que protagonizan los padres de la ley del “solo sí es sí”, ¡Cómo puede ser! Pues muy sencillo, es estilo de la extrema izquierda protegida por Pedro Sánchez: tú haz lo que yo diga, no lo que yo haga. Y bajo este aforismo los podemitas de turno se auto erigieron en una especie de tribunal de la moral que, mientras perdona a los suyos, condena a todos los demás. Una desvergüenza que no tiene parangón y que inexplicablemente, la sociedad acepta ya sin alarmarse. Indigna más, si cabe, recordar aquel “yo sí te creo hermana” que los de Podemos regalaban a las víctimas cuando sus agresores no eran de Podemos, ahora que los amigos de Pablo Iglesias protagonizan estos despreciables actos, el eslogan ha mutado, ya no les creen tanto, más bien parece escucharles un “hermana no me fastidies”. Me recuerda esto al gran Pío Cabanillas, padre, cuando UCD ganó las elecciones en los años setenta que dijo en voz alta “cuidado que vienen los nuestros”. Fue premonitorio y si lo adaptamos a la ley del “sí es sí” imagino a Podemos y a Sumar diciendo en voz baja… ¡todos estos acosadores son nuestros! Sánchez ha blanqueado a etarras sin pudor alguno, ahora tiene otra tarea, blanquear a acosadores porque son también sus socios de gobierno. ¡Qué país!

Errejón, Monedero...

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