Hace unos pocos días, a través de mi buen amigo Fer Ocampo, de la Asociación “Memoria Historifica Democrática”, me enteré de la próxima presencia en Ferrol del coronel Jose Fortes Bouzán, uno de los fundadores de la Unión Militar Democrática. El motivo de su presencia en Ferrol es la presentación de su libro “En la piel de los héroes”, que estoy deseando leer.
Por otra parre, las fechas casi hacen coincidir su presencia con la de mi buen amigo y antiguo compañero del bachillerato en el Colegio “Tirso de Molina” de Ferrol, Francisco Ramón García García, que viene a comer con sus antiguos compañeros del cole. “Fran”, como le llamanos sus amigos, era un brillante alumno, siempre “Cuadro de Honor”, que había ingresando en la Academia General Militar, con un magnifico número, y estaba a punto de salir teniente de Infantería, en julio de 1973, A continuación relataremos su desgraciado destino.
Pero antes de entrar en materia, permítaseme decir que yo, que procedía del mundo del periodismo, y desde 1968, tuve la oportunidad de ejercerlo en la prensa local de la mano de compañeros tales como Jose Torregrosa y Juan Ignacio Vivanco, ambos militantes del clandestino P.C. de aquel entonces, quienes me enseñaron los principales fundamentos democráticos y valores de la izquierda, ante el fascismo y la dictadura. La verdad es que entre los años 1968 y 1973, como demócrata convencido, yo escribí, en mis columnas de opinión, lo que verdaderamente me dio la gana, incluso claramente contra el régimen, sin que me ocurriese nada.
Por otra parte, cuando me tocó hacer el servicio militar obligatorio no tuve dificultad en hacer las Milicias Universitarias y obtener el empleo de Alférez, a pesar de ser el hijo de un “rojo”. Yo creo que mi calificación de “Adicto” obedecía a que las amnistiás de 1940 y posteriores habían borrado los antecedentes políticos de mi padre, oficial de Marina perdedor de la guerra y condenado a prisión.
Asi pues, en marzo de 1973, yo me reincorporé al Ejército, en el RAMIX 2 de Ferrol, y cuatro meses después me enteré que mi amigo el Alférez “Fran” García, había sido expulsado del Ejército, junto con tres compañeros, por los graves “delitos” de tener la revista “Triunfo”, “Cuadernos para el Diálogo”, un libro de Tierno Galván, hablar con universitarios, estudiar economía, y trato familiar con los soldados, El padre de Fran, que era el teniente coronel jefe de Instrucción del Regimiento,José García Chao, al que yo conocía anteriormente por haber estado muchas veces en su casa, cuando niños, denostó totalmente a su hijo, y lo borró de la familia, incluso con la prohibición a los demás miembros, de cualquier tipo de ayuda. Yo no me atreví a hablarle, ya que, como mínimo, me hubiese arrestado. Fue una verdadera tragedia.
No fue hasta abril de 1974, cuando la “Revolución de los Claveles” portuguesa, que me di cuenta que debería haber en España un grupo similar al del “Movemento das Forças Armadas” lusas. Yo sabía que la sociedad española cambiaba, aunque no veía entre los cuadros de manos militares de Ferrol a nadie para poder intercambiar ideas. Asi que, en boca cerrada no entraban moscas. Por ello, no tuve noticias de la UMD ni del capitán Fortes hasta un año mas tarde.
Fue el 20 de noviembre de 1975, el día que falleció el dictador, que fui designado oficial de salvas en el castillo de la Palma, donde se encontraban arrestados al menos cinco de los oficiales de la UMD, entre ellos Fernando Reinlein, Abel Ruiz Cillero, Fernández Lago, etc. Había que disparar un cañonazo cada quince minutos y me pidieron disparar cada uno de ellos una salva, a lo que accedí, por supuesto. Hablé con Reilein, a quien confesé que yo era un “úmedo de corazón y mente” y me habló, por primera vez de Fortes. Pedí permiso al comandante jefe del Castillo,Sardina , para ir a comprar marisco a Mugardos, con el capitán Reilein, y me dijo:
—Pero, ¿lo vais a celebrar…? A lo que contesté
—Si usted lo quiere ver asi… Me autorizó a llevarme en el jeep al capitán Reilein y compramos unos “pateiros da ría” y un pulpo “a la mugardesa”.
El comandante Sardina se unió a nuestra comida extraordinaria, sin duda.
Años después continué mi relación, en Madrid, con Reilein, que, como periodista, trabajada en “Diario 16”. Incluso mas tarde volvimos a vernos en la presentación de un libro sobre la Transición española y charlando sobre la UMD, Fernando me dijo:
—En realidad, eramos unos ilusos. Pero lo hicimos…
Estoy deseando conocer a Fortes, darle un abrazo y decirle: ¡Vivan los héroes ilusos!