Ahorrar más dinero, hacer más ejercicio, pasar más tiempo con familia y amigos, comer más sano o perder peso son algunos de los propósitos de año nuevo más habituales.
Sin embargo, todos ellos resultarán un fracaso si no existe una planificación. “Si solo nos planteamos el propósito, sin realizar un plan adecuado, es bastante fácil que al final no lo consigamos, de hecho, es lo más probable ya que las personas tendemos a repetir los mismos hábitos una y otra vez, aunque no nos vengan bien” destaca Bruno Rodríguez, psicólogo clínico en AIMA Centro de Psicología Clínica.
En cuanto al número, según el psicólogo Bruno Rodríguez, es preferible la regla de "cuantos menos mejor". “Es más probable que consigamos algo si nos centramos en un solo objetivo, que si nos marcamos varios. Nuestra atención y esfuerzos tienen una capacidad limitada, así que es mejor dosificarlos” afirma.
Para fijar unos objetivos alcanzables, los expertos indican que deben ser concretos y cuantificables, alcanzables, a corto plazo, reforzadores y valorables.
Ejemplificado con el de hacer deporte, el psicólogo lo explica así: “En lugar de proponernos hacer deporte es mejor algo concreto como ir al gimnasio dos veces por semana. Además, si no estamos acostumbrados, plantearse ir varias veces a la semana parece un salto demasiado grande y poco realista”.
También es importante empezar cuanto antes y fomentar la motivación. “Si el propósito es ir al gimnasio lo mejor es empezar ya esta semana, no posponerlo para el próximo mes. Es bueno ponérselo fácil, al menos al principio, si nos vamos a sentir mejor yendo al gimnasio acompañando a algún conocido, o tenemos preferencia por alguna actividad concreta debemos empezar por ahí”, señala Bruno Rodríguez.
En lugar de proponernos hacer deporte es mejor algo concreto como ir al gimnasio dos veces por semana. Bruno Rodríguez, psicólogo clínico
Frente a tirar la toalla, la solución consiste en valorar los progresos que se van alcanzando. “Si nuestra atención sólo está puesta en lo que podemos lograr al cabo de un año es comprensible que a mitad de camino abandonemos; en ese sentido está bien proponernos objetivos intermedios, como por ejemplo mantenerse en el gimnasio 1 vez a la semana durante al menos 1 mes” afirma el psicólogo.
Si no se cuida la definición y planificación de los propósitos lo más probable es que no se cumplan. Según un estudio de la consultora FranklinCovey, solo el 20% de la población consigue los objetivos planteados para Año Nuevo y un tercio tira la toalla incluso antes de que acabe enero.
De hecho, el 12 de enero se denomina el “Quitter’s Day”. Un día donde un alto porcentaje de personas deja atrás los propósitos que pretendían lograr.