Los trastornos alimentarios suben entre los menores y la vigorexia crece entre hombres

Factores como el sobrepeso y el acoso escolar pueden hacer de “detonantes”
Los trastornos alimentarios suben entre los menores y la vigorexia crece entre hombres
Las mujeres siguen siendo las grandes afectadas por estas enfermedades | Aec

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) no se limitan a la anorexia y la bulimia, pero estas sí que son sus formas más graves y, cuando se cronifican, pueden matar hasta una de cada diez personas que los desarrollan.


La mayoría de afectados son mujeres, que suponen el 85-90 % de casos de trastorno por atracón, anorexia y bulimia, aunque se constata un alza en hombres, destacaron expertos de la Real Academia Nacional de Medicina de España (Ranme) con motivo, este sábado, del Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria.


Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), se estima que, en España, entre el 4,1% y el 6,4% de las mujeres desarrollan anualmente alguno de los cuadros incluidos en los trastornos alimentarios.


“Los TCA incluyen muchas condiciones que afectan tanto a la relación con la comida como a la percepción del propio cuerpo”, explicó Mónica Marazuela, académica de número de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de la Ranme. 


De todos, el más frecuente es el trastorno por atracón, que afecta hasta un 3% de la población y puede contribuir al desarrollo de la obesidad, aunque los de mayor riesgo de mortalidad son la anorexia y la bulimia nerviosas. 

 

Así, el psiquiatra Celso Arango, académico de número de Psicología de la Ranme, advirtió de  que los TCA pueden cronificarse y “ser incluso letales, porque una de cada diez personas con un trastorno como la anorexia de tipo restrictivo va a perder la vida como consecuencia de esta grave enfermedad”.


Suelen atacar a personas “perfeccionistas, meticulosas, obsesivas, autopunitivas, autoexigentes o rígidas”; el sobrepeso y el acoso escolar pueden hacer de “detonante”. Arango apuntó que cada vez es más frecuente ver a menores de entre seis y once años con TCA y un aumento de la vigorexia entre los chicos. 

 

En la prevención el experto destacó: mantener una buena relación con la comida, evitar dietas restrictivas y un aprendizaje en valores y no apariencias en las escuelas. 

Los trastornos alimentarios suben entre los menores y la vigorexia crece entre hombres

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