Los vecinos de O Val celebraron ayer con bastante éxito, por la numerosa asistencia de público, una nueva edición, la que hace el número 17, de las Lendas de Pena Molexa. Fuego, música, juegos, gastronomía y magia conformaron una amplia agenda que se desarrolló en el lugar de Vilasuso.
Las actividades dieron comienzo en torno a las seis de la tarde con deporte rural y juegos tradicionales, entre los que no faltaron las carreras de sacos, el tiro con cuerda, los zancos y el serrado de troncos.
Después llegó la música, de la mano del Grupo de Gaitas del Padroado da Cultura de Narón, y sobre las nueve de la noche se  realizó una churrascada popular, a base de Churrasco Molexo y Bocata Lopeso, en referencia a los nombres de las dos grandes  rocas existentes en ese lugar, a las que la tradición oral atribuye historias de hadas y de apariciones.
La música regresó de nuevo a las 22.30 horas, al cargo del grupo folk Chiculate.
Y, como manda la tradición en este lugar, a las doce en punto de la noche se procedió a la recreación de la leyenda de Pena Molexa, por parte del grupo de teatro de mayores de O Val, en la que también intervinieron otros vecinos de la parroquia.
Tras un mágico espectáculo entre las sombras de la noche, los organizadores del evento –la Asociación de Veciños Irmandiños y el Concello de Narón– plantaron fuego a una monumental luminaria, mientras que el Dúo Boreal afinaba voces e instrumentos para la actuación que tuvo lugar a continuación como fin de fiesta y despedida de la XVII edición de las Lendas de Pena Molexa. n