Los cines Dúplex, en Esteiro, los únicos que quedan en la ciudad, ya no tendrán hoy proyección. Cierran, en principio solo durante el verano, para afrontar un período de reflexión y de estudio de nuevas opciones de gestión después de años manteniendo el tipo mientras las salas de barrio de todo el país se derrumbaban. Su gerente, Juan Antonio Álvarez, aclaraba ayer que el cierre es “temporal” y que en septiembre o, como muy tarde, en octubre, esperan poder estar de vuelta con una propuesta renovada. Aprovechan para hacer esta pausa en un momento “en el que la clientela habitual baja bastante” y la cartelera se llena de películas comerciales que no son su objetivo.

Álvarez mantiene los Dúplex como afición y como homenaje a una tradición familiar, aunque su actividad profesional es otra. Ese es el secreto de la longevidad de estas salas. Aun así, sacarlas adelante supone un gran esfuerzo y una lucha continua contra las condiciones impuestas por las multinacionales en un mercado en el que el pez pequeño no tiene poder de decisión. “La gestión del cine se hace un poco cuesta arriba”, explicaba ayer.

Así, por cinefilia y porque eran las películas por las que se podía pelear, el Dúplex se especializó en filmes con escasa presencia en las grandes salas de los centros comerciales. Es el espacio para ver estrenos de cine europeo y español (en cartelera tenían hasta este fin de semana dos películas francesas y una austríaca, con Juliette Binoche o Bruno Ganz), así como las cintas independientes, alejadas del “mainstream”. Al mismo tiempo, fomentó la colaboración con entidades sociales e instituciones, con ciclos periódicos dedicados al cine clásico, programas educativos para colegios o proyecciones de interés social. Precisamente, el jueves pasado concluía un ciclo dedicado a Robert de Niro con la proyección de “Los intocables de Elliot Ness”.

Álvarez quiere tranquilizar a sus clientes habituales, sacudidos por la posibilidad de que una parte de la cultura de la ciudad se calle para siempre. Su objetivo es reabrir en breve. Pero, por ahora, el “Cinema Paradiso” de Ferrol apaga las luces.