Miembros del grupo Erpol de la Policía Autonómica de Santiago en colaboración con la Subdireción Xeral de Gardacostas detuvieron ayer a ocho personas en el marco de la Operación Concha, en contra del furtivismo en la ría de Ferrol. Además de estos detenidos se está investigando también a 44 personas más relacionadas con esta causa por delitos contra la salud pública y organización criminal.
En el marco de la operación fueron decomisadas 2.000 vieiras, dos vehículos utilizados para su transporte, distintos útiles de pesca submarina y cuatro teléfonos móviles. La vieira incautada fue analizada posteriormente, concluyendo que presentaba un nivel de Toxina Amnésica Paralizante (ASP) cuatro veces superior a la tasa legalmente establecida.
Seguimiento
Las detenciones se produjeron durante un dispositivo de investigación en el transcurso de cual se detectó a un grupo de furtivos que estaban extrayendo grandes cantidades de Vieira en la ría, utilizando equipos autónomos de inmersión. “Tal cantidade de capturas é posible porque a zona atópase pechada á extracción de vieiras, o que provoca que existan cantidades inxentes de produto”, explican desde la Xunta. También se determinó que este grupo de personas usaban vehículos particulares para su transporte hasta el entramado de distribuidores que se encuentran, en su mayoría, en las Rías Baixas.
Tras las primeras pesquisas se pudo constatar también que existe “unha frecuencia importante de transporte de vieira de Ferrol ata diferentes puntos da provincia de Pontevedra, chegando a detectarse de dous a tres transportes por semana”. De ser así, los ahora detenidos podrían extraer de la ría del orden de las 6.000 vieiras a la semana.
Hace años que la vieira local presenta altos índices de toxicidad. Cesio Ferreiro, biólogo de la Cofradía de Barallobre, aseguraba ayer que aunque la calidad de las aguas dentro de la ría han mejorado considerablemente en los últimos tiempos, los fondos marinos siguen “igual que sempre, salvo que se acometa algún tipo de actuación dirixida a súa limpeza”, es decir, infestados de residuos fecales que se han ido depositando en el fondo de la ría, una materia orgánica que se descompone y consume el oxígeno liberando a su vez ácido sulfídrico, “incompatible con calquera forma de vida”.
Con respecto a la vieira, Ferreiro explica que la última extracción de producto antes del verano arrojó unos resultados tan altos de toxina que se suspendieron las labores a los dos días de iniciadas.
El lento metabolismo de la vieira conlleva que mantenga la toxina por mucho tiempo. Se estima que el volumen máximo permitido de ASP para poder comercializarla directamente es de 75 miligramos por kilo.
El Intecmar, que hace controles regulares en zonas de extracción, solo permite recolectar producto tras su evisceración, es decir, retiraron el hepatopáncreas y partes blandas, dejando solo la gónada y el músculo. Si el nivel de toxina es bajo, que no es el caso de la vieira de Ferrol, se puede comercializar a través de lonja y distribuidores. La toxina procede de algún tipo de microalgas. Ferreiro también asegura que hay tantas vieiras que hasta los mariscadores que extraen almeja se las encuentran irremediablemente.
Sucesivas operaciones
La ría de Ferrol es objeto de deseo para los furtivos, dado que está “infestada” de vieiras que, debido a la veda, siguen reproduciéndose a un ritmo frenético. Esta operación contra la captura indiscriminada de este reconocido y demandado marisco no ha sido la primera que se ha dado en la zona.
Las últimas redadas importantes se sucedieron en 2016. Aquel decomiso acabó con la detención de 13 personas y sirvió para desmantelar una trama que se encargaba de comercializar la vieira tóxica de la ría. Cayeron también numerosos restaurantes, entre ellos el de al reconocida restauradora
santiaguesa Toñi Vicente.
En aquella ocasión, gran parte de los detenidos eran de la comarca ferrolana –muchos de ellos reincidentes–, alguno de los cuales había sido apresado en el marco de otra campaña contra el furtivismo en Ferrol en 2008. A falta de conocer más detalles de la investigación actual, no se descarta que alguno de los detenidos tenga algo que ver con operaciones pasadas.
El juzgado número 3 de Ferrol se encarga de tramitar las diligencias de este nuevo caso de extracción y comercialización de vieira contaminada.