Ibedrola anunció ayer oficialmente que el astillero de Navantia en Puerto Real es el suministrador preferente para la fabricación de la plataforma sobre la que se asentará la subestación del futuro parque eólico marino de Wikinger. En la práctica, convierte a este astillero en el más que probable adjudicatario de la obra, como también lo es el de Fene para la construcción de las 29 plataformas o “jackets” sobre los que se asentarán los aerogeneradores.
La noticia trascendió con motivo de la celebración en Málaga de una reunión de los máximos directivos del grupo Iberdrola y de la entrevista que mantuvo su presidente, Ignacio Galán, con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. La construcción de las estructuras metálicas que tendrán que soportar la subestación –un equipamiento que todavía está en proceso de licitación– tendrá un presupuesto de 70 millones de euros, indica la eléctrica en un comunicado en el que también hace constar que el pago se hará efectivo una vez que el gestor de la red alemán garantice la conexión del parque eólico.
La designación de Puerto Real no excluye a Fene del proyecto. Al contrario, la antigua Astano tiene el mismo status de proveedor preferente para la fabricación de las 29 cimentaciones sobre las que se instalarán los molinos de viento y, de hecho, se han estado realizando mediciones y catas en sus muelles y en las gradas situadas bajo la grúa pórtico con este fin. Según la información recabada por este diario, la adjudicación definitiva se anunciará en breve.
La fabricación de los jackets, las plataformas sobre las que se monta el aerogenerador, constituyen una parte importante en el reparto de labores para construir el futuro parque eólico de Wikinger, dado que supone en torno a un millón de horas de trabajo.
El parque eólico marino que va a poner en marcha Iberdrola en el Mar Báltico, en una zona con profundidades entre 37 y 43 metros, contará con 70 aerogeneradores de cinco megavatios de capacidad unitaria. Se instalará una subestación, y no dos como se indicó inicialmente, sobre la base que fabricará Puerto Real, por la que se exportarán los 350 MW que producirá la instalación y que cubrirán las necesidades de 350.000 hogares. El presupuesto global de Wikinger se sitúa en 1.400 millones de euros y, según el comunicado de la compañía eléctrica, su desarrollo “tendrá un gran impacto económico en toda la cadena de suministro y creará cientos de nuevos puestos de trabajo”.