El bajo nivel de las aguas del Danubio provocado por la sequía permitió a un grupo de arqueólogos encontrar el tesoro de un barco hundido del siglo XVIII con más de 2.000 monedas de plata y oro, según informaron ayer los descubridores.
“Es algo muy excitante y único”, explicó ayer Balázs Nagy, arqueólogo y numismático del Museo Ferenczi de Szentendre, situado al norte de Budapest. Un aficionado con un detector de metales que encontró una cantimplora antigua en la localidad de Érd, al sur de Budapest, puso sobre la pista a los expertos del museo.
Tras un trabajo de pocos días en el lugar, en un momento en el que el cauce del Danubio está muy por debajo del habitual, los expertos encontraron la semana pasada más de 2.000 monedas de plata, 10 de oro y otros objetos antiguos como armas. “Todo esto apunta que posiblemente se trata de un barco que transportaba armas, tal vez soldados y también dinero”, explicó Nagy. “No tengo informaciones de otro hallazgo de estas dimensiones en Hungría. Es excepcional y a un nivel internacional también es importante”, agregó el numismático. Las monedas fueron acuñadas entre 1655 y 1743, y provienen de varios países europeos.
La mitad de las de oro son extranjeras, así como también la mayoría de las de plata, explicó e numismático, que contó que hay entre ellas de la Francia de Luis XIV, de Polonia, Alemania, Suiza, Holanda y también una del Vaticano, entre otros lugares. “Esta composición indica que se trata de (tal vez) un comerciante extranjero que sufrió un accidente en las cercanías”, agregó Nagy.
Teniendo en cuenta que el agua es capaz de desplazar los objetos a importantes distancias, en breve iniciarán las investigaciones para encontrar los restos del barco, con sonares y arqueólogos submarinos. Es muy difícil determinar qué es lo que puede haber todavía en el Danubio, enfatizó Nagy y añadió además que ahora empezarán las labores de conservación y restauración de las monedas y otros objetos. “Este trabajo tendrá prioridad ahora” concluyó el arqueólogo que adelantó que el museo espera poder organizar una muestra con los objetos en 2020.
El descubrimiento se realizó hace unos días, donde el río cruza la ciudad de Erd, al sur de Budapest. Incluso, los propios arqueólogos están trabajando en colaboración con buzos y drones para poder extraer todo el material posible del sitio antes de que el nivel del agua vuelva a subir, como se espera que suceda este fin de semana. En ciertas zonas del Danubio, los niveles de agua están a niveles históricamente bajos después de un periodo de clima seco. En la ciudad de Budapest, la marea se sitúa en los hidrómetros en 38 centímetros, lo que está afectando el tránsito marítimo.