Un año más, y este especialmente al cumplirse el décimo aniversario, la Asociación Veciñal de Esteiro recordó con un entrañable acto a las víctimas del atentado yihadista del 11 de marzo de 2004. Lo hizo en la única plaza de Galicia que lleva el nombre de 11-M y que fue inaugurada hace tres años por Pilar Manjón, presidenta de la asociación 11-M atentados por el terrorismo.
En ese pequeño espacio, que cuenta con una placa y un monumento formado por un trozo de rail de tren, se dieron cita ayer un grupo de representantes de entidades vecinales, sociales y también del Concello –PP, PSOE y EU– para recordar un año más los hechos de Atocha y, como símbolo de ellos, la figura de la joven Angélica González García, de padre ferrolano, que perdió la vida en uno de los trenes y que cada año es recordada en la ciudad. Ayer, un ramo de flores dedicado a la joven volvía a traer su nombre al recuerdo de los allí presentes.
Además, la madre de la víctima, Florentina García remitió una carta de agradecimiento a la asociación Veciñal de Esteiro, que su presidente, Miguel López, dio a conocer en el transcurso del acto.
En ella, agradecía el gesto que año tras año tiene con su familia la entidad vecinal y recordaba que Ángel –el padre de la joven– es ferrolano, por lo que Angélica “llevaba siempre su sangre paterna de Ferrol con ella”. Florentina apuntaba que es importante recordar a las víctimas porque “solo con el recuerdo se puede evitar que algo así vuelva a ocurrir” y definió a su hija fallecida diciendo que “era dulce, responsable, alegre , por eso recordarla es revivir lo maravillosa que era”.
El presidente de la entidad vecinal explicó que Florentina había sopesado acudir a Ferrol en este décimo aniversario, aunque finalmente decidió estar en la estación de Santa Eugenia, para recordar in situ la memoria de su hija.
El presidente de la AV apostó por la “unidade, máis necesaria que nunca para facer fronte a tódolos terrorismos e para que un mundo en xustiza e paz sexa posible”.
Con la música de gaita sonando, los asistentes depositaron claveles rojos en el monolito, que a la sombra de un madroño recuerda el brutal acto terrorista de Madrid diez años después. n