Cristóbal Pintado González –45 años, natural de Ferrol, casado y con dos hijos– es licenciado en Derecho por la Universidade de A Coruña y acaba de abrir su despacho de abogado en la avenida de Esteiro, 26-28 (Asesoría Ferrolpyme). Se decidió a recuperar la toga de letrado tras 14 años ejerciendo como juez sustituto en diferentes juzgados de Ferrol y también de la provincia de A Coruña.
¿Cuándo y cómo empezó a ejercer de juez sustituto?
Empecé en el año 2001, después de superar un concurso de méritos convocado por el Consejo General del Poder Judicial, tras haber ejercido varios años la abogacía. Fui nombrado en primer lugar para el partido judicial de A Coruña, y tras dos años fui designado para los partidos judiciales de Ferrol y Ortigueira, unificándose con posterioridad los nombramientos para todos los partidos judiciales de la provincia de A Coruña, habiendo ejercido también en el partido judicial de Betanzos, intercalando actuaciones nuevamente en el partido judicial de A Coruña.
¿Por qué se decidió ahora a dejar la toga de juez y ponerse la de abogado?
La toga de abogado fue la primera que me puse al ejercer varios años la abogacía tras licenciarme en Derecho y seguí pertenciendo al Colegio de Abogados de Ferrol en la categoría de no ejerciente. Desde el primer momento tenía claro que el trabajo de juez iba a ser una etapa que iba a durar una serie de años, pero que no iba a ser algo definitivo. Tras las últimas reformas legislativas nuestro colectivo fue minusvalorado y cuando adquieres cierto nivel profesional y experiencia ya no interesa, al menos en mi caso, seguir a cualquier precio.
¿Qué expectativas de trabajo tiene?
Como cualquier inicio de actividad, en este caso reinicio, es difícil entrar en el mercado, pero en el poco tiempo que llevo ejerciendo de nuevo la abogacía no me puedo quejar del trabajo que tengo y considero que las expectativas son buenas.
¿Se va a centrar en alguna rama del Derecho o atenderá todos los campos?
Después de haber estado al frente de juzgados del ámbito civil, de instrucción, penal, violencia de género, contencioso-administrativo y social, considero que estoy capacitado para ejercer la profesión atendiendo cualquier tipo de asunto.
¿Cómo ve en la actualidad el mundo de la abogacía?
A nivel de mercado supongo que le está afectando la situación económica actual como a todos los sectores, y a nivel institucional, las reformas legislativas llevadas a cabo tampoco han favorecido el ejercicio de la profesión.
¿Cómo fue su experiencia como juez?
La experiencia sólo puede calificarse de positiva y enriquecedora, permitiéndome crecer profesionalmente y adquirir unos conocimientos que de otro modo sería más difícil.
Pasó por juzgados de lo Penal, Instrucción, Social, Primera Instancia y Contencioso. ¿En cuál se sintió más o menos cómodo?
Por formación siempre fui especialista en derecho civil, pero el haber dictado miles de sentencias y haber conocido igualmente miles de asuntos en todas las jurisidicciones me ha hecho especializarme en todas, si bien la llevanza de un juzgado contencioso-administrativo requiere un esfuerzo superior debido a la complejidad de los asuntos a resolver.
¿Qué casos le resultaron más complejos?
Como ya dije, determinados asuntos de la jurisdicción contenciosa resultaron de gran complejidad, como los relativos al IBI de Navantia, la impugnación de contratos admininstrativos del Ayuntamiento de Ferrol, cuestiones urbanísticas y también determinados asuntos de la jurisdicción civil relativos a vicios de la construcción, sin olvidar los asuntos de derecho de familia y violencia de género, donde hay que adoptar resoluciones que afectan de modo muy directo a la vida de las personas.
Logró que uno de sus contenciosos llegase al Tribunal Europeo, el del IBI de Navantia. ¿Cómo valora la sentencia que se dictó al respecto?
Después de estudiar otras resoluciones dictadas por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, como en el caso del denominado céntimo sanitario o la limitación de la deducción del IVA soportado, la respuesta finalmente dada por el Tribunal de Justicia se queda un poco corta en su parte dispositiva al no declarar de forma expresa que la exención del pago del IBI a Navantia es contraria al derecho de la Unión Europea, si bien de los fundamentos de derecho de la sentencia parece deducirse de forma clara que dicha exención sí que es contraria o se opone, por lo que serán finalmente los tribunales españoles los que tengan que pronunciarse de nuevo teniendo en cuenta el contenido de la sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
Háblenos de algún caso que le costase más resolver.
Cualquier asunto en el que se vean involucrados menores, sobre todo si han sufrido algún tipo de maltrato, y también los asuntos de violencia de género, pues en estos casos no se trata sólo de aplicar la ley.
Ahora que se habla tanto de ceses de jueces y fiscales por presiones, ¿Usted se sintió presionado en algún momento por alguien?
No, nunca.
¿Cómo ve usted la Justicia en la actualidad?
Si no se invierte dinero a los niveles de otros países de nuestro entorno es difícil que la justicia en España pueda mejorar, sosteniéndose en la actualidad a base del esfuerzo de todos los que de un modo u otro intervienen en la misma.