Cuando en 1986 Severo Ochoa, científico, Premio Nobel, regresaba de EEUU para instalarse definitivamente en su Luarca natal, llegó al aeropuerto de Barajas, una turba de gente se dirigió hacia él, o eso pensaba, en un ambiente festivo. Al pasar de él, como de la…, se percató de que aquella turba, iba a recibir a un equipo de fútbol que venía de jugar un encuentro europeo. Aquel Severo Ochoa, se lamentaba de que se conociera más al que sabe tocar las pelotas, que a un científico, y ¡¡de qué envergadura!! Era la muestra de la falta de cultura que nos invade.
Messi, cobra durante cuatro años, es decir 1460 días, la friolera de 380.000 euros diarios. 555 millones de euros, sólo por dar patadas, muy bien, eso sí, al balón. Mientras esta obscenidad ocurre, los médicos de la S. Social, por ejemplo, cobran entre 2543 y 6423euros al mes, y se juegan la vida todos los días. Yo me pregunto si aquellos a los que llaman culés, estarán de acuerdo con éstas cifras. Pero, más allá del sentir de los colores, que yo también sentí en su día, hasta ver las cifras aberrantes que se pagan por hacer deporte, está la moral, y hacer ese dispendio, es amoral desde cualquier punto de vista. Sus defensores, dicen que Messi sale rentable. De alguna manera, hay que justificarse, pero están endeudados en 730.679 millones y Hacienda, que somos todos, lo sabe. Parece como que, un contrato de esa envergadura, da de comer a más gente, si no, no se entiende que esos directivos cesantes, hayan bordeado el delito económico.
España es así; cuando estábamos en el franquismo, nos lamentábamos de que hubiera tanto fútbol, y responsabilizábamos al sistema, por considerar que querían entretener al personal para que no pensáramos más que en fútbol, toros y charangas. Hoy se multiplicó toda aquella parafernalia por el infinito. Creo, de verdad, que hace falta más responsabilidad personal y colectiva, para evitar tantos desmanes, impropios de una sociedad moderna.