El comité de Navantia dice que avanza el deterioro deliberado de la situación

El comité de Navantia dice que avanza el deterioro deliberado de la situación
Manifestación Navantia

El comité de Navantia volvió a recitar ayer los motivos que mantienen a los trabajadores en el camino de la movilización. El flotel, la única obra activa en la ría de Ferrol, no avanza al ritmo que debería y no ha generado ningún empleo a estas alturas. Y al Buque de Acción Marítima que se anunció en la víspera de las últimas elecciones le falta el acuerdo interministerial necesario, por lo que la parte social considera que su puesta en marcha ya no será posible este año.   
Según explicó ayer en el arranque de una nueva manifestación Ignacio Naveiras, el portavoz del comité, se está produciendo una “desorganización e ralentización total do flotel”, de manera que únicamente hay construcción un par de bloques y se sigue acopiando material. Para la parte social es “incomprensible” que todavía no se hayan adjudicado los paquetes de subcontratación de aceros, que forman parte de las primeras fases del programa, y que en cambio sí se haya resuelto el concurso de habilitación, que deberá empezar en la primavera próxima. “Hai un desorden absoluto, e o que tememos é que se estea preparando o terreo para depositar a responsabilidade de como remata esta obra nos traballadores”, dijo Naveiras, abundando en una denuncia reiterada últimamente.
En esa línea de deteriorar intencionadamente la situación, que la parte social atribuye a la dirección de Navantia, situó Naveiras la nueva responsabilidad confiada a Ángel Recamán. Tal como informó este diario recientemente, el director de Ingeniería e Innovación, exresponsable del astillero ferrolano, ha sido destinado por el grupo público a analizar las prácticas de ingeniería naval por el mundo. “Por desgracia apartan das decisións importantes á xente que realmente coñece como é a construción dun buque –señaló ayer Naveiras–, é unha decisión na liña da caza de bruxas que hai nesta empresa desde hai ano e medio, para colocar a persoas máis proclives ao presidente”.
Naveiras criticó también los intentos de situar los salarios como la causa de una supuesta falta de competitividad del grupo público. “A parte salarial é secundaria e noutros estaleiros se traballa cuns convenios moi similiares aos que temos aquí”, subrayó. Según dijo, al concurso para la adjudicación de los paquetes de aceros han concurrido cuatro empresas y sus ofertas están seis o siete millones de euros por encima del presupuesto de partida marcado por Navantia, de unos 11 millones. “A compañía está tratando de facer un barco a un precio que non é posible”, dijo el portavoz del comité.
Frente a la “desorganización calculada” de Navantia, los trabajadores reclamaron la intervención de la Xunta de Galicia y el Gobierno central. Los trabajadores se temen que el compromiso del BAM vaya a estar presente en próximas campañas electorales, como sucedió con el flotel, y lamentaron que “mentres queren que funcionemos como unha empresa privada en termos de competitividade, seguimos a vivir a impulsos politicos”.
La manifestación, en la que participaron unos dos mil trabajadores de los astilleros de Ferrol y Fene, partió de Esteiro y avanzó por la Trinchera hasta la rotonda de Nicasio Pérez, donde se cortó el tráfico con la quema de neumáticos. Los operarios regresaron al astillero por la carretera de Castilla y la calle Nueva de Caranza. Mañana secundarán dentro de la factoría la última cita del actual calendario de movilizaciones, con el que se despiden de las protestas hasta la vuelta de vacaciones.

El comité de Navantia dice que avanza el deterioro deliberado de la situación

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