La dependencia económica de Galicia de los sectores primario y secundario no es ningún secreto. Mientras otras partes de España explotan los servicios, especialmente el turismo de masas, hasta que este supone un auténtico prejuicio para sus habitantes, el noroeste peninsular lleva años centrando sus esfuerzos en la generación de materias primas y productos derivados, lo que trae consigo una mayor diferenciación pero, a su vez, una atención menor por parte de las administraciones.
Sin embargo, al igual que en otras áreas económicas, los últimos avances tecnológicos, sumados a la explosión del tráfico de mercancías internacional, suponen un peligro para aquellos sectores más tradicionales, lo que hace de la diferenciación un elemento fundamental.
El caso de Eloy Rodríguez, CEO de BioSporty y creador del producto, es precisamente un ejemplo de ello; este joven emprendedor de la comarca vio toda una oportunidad de negocio en un mercado muy concurrido pero demandado, una idea que le ayudaría a penetrar como un actor más en un sector dominado por grandes corporaciones a la vez que ponía en valor el potencial de las materias primas de Galicia.
Innovación
La historia del nacimiento de BioSporty, una crema antiinflamatoria creada a base de productos naturales certificados, fue una de estas que debe mucho a la casualidad. Eloy Rodríguez, químico de profesión, se encontraba camino de su trabajo cuando escuchó en la radio de su coche un anuncio de la segunda edición del programa de la Escuela de Organización Industrial (EOI) del programa Go2Work, una iniciativa que, en colaboración con la Xunta, busca dar un impulso a proyectos innovadores de jóvenes emprendedores de la comunidad.
La idea del producto llevaba ya tiempo en la mente de Eloy; como gran aficionado al deporte, poner sus conocimientos de química al servicio de su pasión era un paso más que evidente, por lo que el concepto de crear cosmética certificada orientada al ejercicio físico y desarrollada a base de productos naturales de Galicia floreció de forma orgánica.
“Me presenté [al programa Go2Work], me hicieron una entrevista y me cogieron –explica–. Así que empezamos en el CIS de A Cabana en julio de 2017 con diferentes formaciones; cada semana tocábamos diferentes materias más genéricas y, a parte, teníamos un mentor”.
Así, a lo largo de los meses, la idea no solo iba creciendo, sino que la propia iniciativa de la EOI otorgaba conocimientos sobre cómo materializarla y convertirla en un producto real con una gran proyección en el sector. “Esta fase del programa me ayudó a dimensionar inicialmente el mercado, estudiar la competencia y buscar la diferenciación, puntos que nos hagan distinguirnos de estos”.
“Yo sabía que quería competir en el mercado farma, competir con multinacionales y es un sector muy reñido, muy cerrado y, por tanto, muy difícil de entrar”, añade. “Necesitábamos un producto diferenciador ¿y cómo hacíamos esto? Pues siempre destacando la identidad gallega, llevar la bandera de Galicia al resto del mundo con BioSporty, que es una crema antiinflamatoria con algas ecológicas de aquí, natural y certificada”.
Despegue
Los primeros pasos de un proyecto de esta magnitud siempre son complicados, siendo el primero y más esencial el desarrollo físico del producto. “A partir de [la labor en Go2Work] busqué asociados clave que me produjesen la crema aquí en Galicia, además de los productores de algas y extracto”.
Una vez todos estos actores estuvieron alineados, el objetivo pasó a ser la creación de una muestra tangible de la crema, que cinco meses después fue presentada en el “Demo Day”, el punto álgido del programa de la EOI en el que todos los participantes exponen los trabajos realizados a través del mismo. “Tras estos cinco meses de trabajo el producto gustó mucho –continúa–; me invitaron a un foro de inversión de la EOI-Igape, el cual me da acceso a un crédito participativo que yo no llego a solicitar para focalizarme en ser reconocido como empresa de base tecnológica (IEBT)”.
Eloy apunta que, a lo largo de todo este tiempo, no solo se centró en la imagen corporativa, sino en el propio acercamiento al que será su público final. De este modo, el éxito de la crema fue más que certificado en un evento en el que el público no cesaba de preguntar dónde adquirirla. “Después de testar el producto entre la comunidad médica y deportiva, me dicen que es uno de los mejores productos que han probado en mucho tiempo, así que validamos la formulación”.
Finalmente, al igual que otros artículos, la inserción en el mercado fue paulatina pero segura. Tras una remesa de prueba en puntos seleccionados –de cerca de mil unidades–, más y más profesionales se interesaron en ofrecer la crema en sus farmacias, llegando hasta el punto actual de continuo crecimiento y demostrando así el gran interés que despiertan los productos naturales gallegos y el potencial éxito de apostar por ellos.