El BNG y Esquerda Unida de Mugardos retomaban ayer el diálogo después de un breve desencuentro –el enfado duró menos de 24 horas– por los “matices” que los nacionalistas impusieron a última hora en el acuerdo programático consensuado junto a la delegación socialista.
Después de más de tres horas de diálogo, que fue lo que duró el encuentro celebrado entre los miembros de las tres delegaciones, los nacionalistas han sabido mantener su envite, de ahí que cuestiones no contempladas inicialmente ya formen parte de un documento que Esquerda Unida había dado por cerrado.
Normalización lingüística, formación y empleo son algunos de los “matices” que los responsables de la formación frentista en el Concello de Mugardos han considerado imprescindibles introducir en el acuerdo antes de estampar sus firmas en el documento definitivo. Este objetivo todavía dará lugar, al menos, a una reunión más. Será la prevista para la jornada del próximo martes. En ella las delegaciones tendrán que llegar a un acuerdo sobre el reparto de las obligaciones municipales que cada una de ellas asumirá de cara a los dos últimos años del presente mandato.
El alcalde de Mugardos, Xosé Fernández Barcia, destacó la voluntad de todas las partes para seguir avanzando en un proyecto político en el que se viene trabajando desde el pasado mes de diciembre. “Houbo concesións por parte de todos”, subrayó el regidor municipal, que explicó que solo había sido una cuestión de matices y que, por lo tanto, el documento no había variado sustancialmente con respecto al ya consensuado.
Por su parte, Pilar Díaz, representante de Esquerda Unida en el Concello de Mugardos, destacaba al término de la reunión que se había retomado el diálogo a partir del documento ya cerrado y que por ambas parte había primado la voluntad de llegar a un acuerdo antes de otros intereses.
Entre las tres formaciones sumarán nueve ediles de los trece que tiene la corporación.