Pekín inauguró ayer la primera edición de la Semana Internacional de la Cultura del Panda Gigante, que tiene como objetivo promover la influencia global de este animal, símbolo cultural de China, y preservar las especies animales vulnerables.
La apertura de esta semana, que se repetirá a partir de ahora cada dos años, conmemora medio siglo de esfuerzos de China en la conservación del oso panda gigante para evitar su extinción. Al evento asistieron numerosas personalidades entre embajadores, diplomáticos y líderes del gobierno de la provincia de Sichuan (donde viven una buena parte de los pandas en libertad). Como parte de estos actos, el Museo del Monumento del Milenio pequinés expondrá una exhibición sobre Sichuan que a través de fotografías, películas, juegos de realidad virtual o carteles expondrá la evolución del cuidado de este animal durante todos estos años. Además, se expondrá un mapa interactivo en el que se indican los diferentes lugares donde el panda fue enviado como símbolo de intercambio y cooperación internacional.
Durante décadas, el Gobierno chino envió pandas gigantes, considerados por los chinos como un tesoro nacional, a zoológicos de otros países, y desde entonces la cría e investigación del animal se llevó a cabo en más de 15 naciones, entre ellas España. El director de la Administración Estatal de Bosques de China, Yang Chao, afirmó en la inauguración que “preservar al oso panda y su hábitat natural es cosechar todos los beneficios sociales y económicos asociados con él”.
Actualmente China está construyendo un Parque Nacional del Panda Gigante con el fin de proteger el 70% de su hábitat y el 86% de la población salvaje gracias a la unión y extensión de las reservas de Sichuan, Gansu y Shaanxi. Los osos panda, originarios del sur y centro de China, son considerados patrimonio nacional en el país y están en el primer grado de protección de especies en riesgo de extinción, ya que hay menos de 3.000 en estado salvaje. l