Tecnymo, una de las grandes empresas industriales de la comarca nacida hace un cuarto de siglo al abrigo de los astilleros, ejemplifica ahora las peores consecuencias de la crisis. La firma prescindió hace unas semanas de los 36 trabajadores vinculados al negocio naval, una decisión que se justificó por la estrategia que habría marcado un posible nuevo accionista, y ahora entrega alrededor de otras 60 cartas de despido a los operarios que permanecían en la refinería de A Coruña y en los propios talleres de la compañía en Río do Pozo. Desde la empresa declinaron informar al respecto.
Fuentes sindicales y de los propios trabajadores despedidos comentaron que las negociaciones que Tecnymo mantenía con la compañía Elecnor para su entrada en el accionariado están en punto muerto y que la firma naronesa no ha hecho más que agravar el problema de falta de liquidez que ya dejó patente a la hora de rescindir los 36 primeros contratos, cuando informó a los afectados de que no disponía de fondos para abonar las indemnizaciones. En este primer ERE, como se recordará, Tecnymo aplicó, sin acuerdo con la parte social, despidos con la compensación mínima, de 20 días por año trabajado. Ahora ha rescindido la práctica totalidad de los contratos que mantenía vigentes ofreciendo 23 días, si bien en ambos grupos se da la circunstancia de que se adeudan al menos una nómina y las correspondientes indemnizaciones.
Tecnymo llegó a contar con una plantilla de más de 400 trabajadores y entre los años 2003 y 2010 cerró ejercicios con más de veinte millones de euros de facturación. Los miembros del comité de empresa –que representaba solo a los empleados del negocio naval, puesto que el resto carecía de representación sindical– protagonizaron en la mañana de ayer una protesta a las puertas de la nave de la compañía en Río do Pozo. Critican que existían contratos vigentes, tanto en los astilleros de la ría y en Uruguay como en otras ramas de actividad, y que pese a ello se está cerrando la empresa.