Buen tiempo, mucha gente y un sinfín de actividades se vivió ayer en Esmelle, donde el grupo scout-guía “Vasco da Ponte- 636” celebró su trigésimo aniversario por todo lo alto y con los jóvenes como protagonistas, aunque también acudieron a la convocatoria mayores, que en alguna etapa de su vida formaron parte del colectivo, que trabaja en Ferrol desde el año 1985 y que reúne a jóvenes de entre ocho y 21 años de edad.
La fiesta de conmemoración contó con la participación de la primera teniente de alcalde, Beatriz Sestayo –que ensalzó los valores de este colectivo–, y la edila de Xuventude, Teresa Riveira, así como con la presencia del presidente de la ASDE-Scouts de Galicia y los coordinadores de los diferentes grupos de escultismo de la comunidad.
En el acto se recordó la andadura de este grupo y los pilares que rigen este movimiento como “contribuir á formación dos mozos a través da educación en valores, co obxectivo de acadar un mundo mellor onde todos asumamos un papel constructivo na sociedade”.
La educación para la paz y el desarrollo, la igualdad de oportunidades, la integración social, la educación para la salud, el conocimiento y defensa del medioambiente y la coeducación son principios de los scouts, que pretenden aplicar a cada una de las actividades que organizan.
La fiesta de ayer no dejó de lado estos intereses pero se centró básicamente en la fiesta. Así, se trataba de compartir una jornada de ocio intergeneracional, ya que participaron también los familiares y amigos de los scouts.
Tras el acto institucional con la participación de autoridades, se celebró una comida popular y, ya por la tarde, los scouts hicieron lo que mejor se les da, organizar actividades y juegos que no dejaron momento para el aburrimiento. La destreza, la habilidad y la diversión ocuparon la tarde de los asistentes, con iniciativas adaptadas a todas las edades. Tras 30 años, quedó demostrado que el “Vasco da Ponte” está lleno de vitalidad.