El Castillo de Moeche luce desde el pasado día 25 la bandera autonómica y también el estandarte que representó al antiguo reino de Galicia a comienzos del siglo XVI. Con respecto a la autonómica, ya la había pero se ha sustituido por una nueva, ya que la anterior estaba en muy mal estado.
Con respecto al pendón medieval se corresponde con la época en la que la fortaleza modestina desempeñó un papel destacado en la historia del reino y en la memoria colectiva del pueblo gallego. De este modo, informan desde el Concello, el fortín se suma con la colocación de este estandarte a un hábito que es más que común en otras fortalezas similares de Europa y diferentes puntos del estado, un gesto que contribuye a difundir el conocimiento de pasajes históricos en los que el fortín tuvo gran protagonismo.
Desde el gobierno local explican que durante todo el año tanto el estandarte con la bandera estarán expuestos también en el interior del centro de interpretación de las Revoltas Irmandiñas, acompañados de un texto explicativo, autoría del historiador Alexandre Peres Vigo, experto de la Universidade de A Coruña que habló sobre símbolos en los reinos de Galicia en una charla a finales de 2018 en el castillo modestino. Entonces recordaban que uno de los primeros reinos de Europa fue el reino suevo de Gallaecia, fundado en el siglo V, que abarcaba la mitad noroeste de la península. Lo que se desconoce de aquella época eran los símbolos que utilizaban aquellos reyes para identificarse.
A raíz de aquella intervención el gobierno municipal, consciente de difundir el conocimiento de la historia local, se comprometió a que el Castillo de Moeche luciría el estandarte correspondiente a su época de mayor esplendor y relevancia histórica.
Y es que el fortín, propiedad de la Casa de Alba, heredera de las propiedades de la de Andrade, representa una de las joyas más emblemáticas de la arquitectura militar realizadas en el reino de Galicia durante la Edad Media. La historia del fortín se halla marcada por las “Revoltas Irmandiñas, cuya representación se realiza cada año en las inmediaciones de la fortaleza y que recuerdan al levantamiento en armas de las clases más bajas que ostentaban los labriegos, burgueses e hidalgos en contra de algunos de los nobles más poderosos de Galicia y contra el abuso de poder que ejercían desde sus fortalezas.