Sorprende que no se hable del Plan Ibarretxe, porque es útil compararlo con el pandemónium del actual Process catalán. Por si alguien lo ha olvidado, el parlamento vasco aprobó en 2004 una propuesta para substituir el estatuto de autonomía, por otro de Estado Libre Asociado con derecho de autodeterminación.
En 2005, el lehendakari Juan José Ibarretxe lo defendió en el Congreso de Diputados, y tras el correspondiente debate, fue rechazado por entender que era el preámbulo de una independencia; curiosamente, ETA y Herri Batasuna también lo rechazaron.
Todo se desarrolló de manera civilizada, e incluso la asociación Fuco Buxán celebró un concurrido debate en Ferrol con un representante del gobierno vasco. Hoy, ETA ha desaparecido, ha retrocedido el número de vascos partidarios de la independencia, y el debate político en esta comunidad ya no está monopolizado por cuestiones identitarias.