“Me conformaba con el oro, nunca pensé en nada más”

Quería echar el cierre a su etapa de formación con la selección nacional por todo lo alto y lo ha logrado. María Pérez Araújo (Vigo, 1 de agosto de 1997) puso en Matosinhos el mejor broche posible a ocho años como internacional, conduciendo a España al título europeo en un torneo impecable tanto a nivel colectivo como individual. Ella ya había sido campeona continental sub 18 y subcampeona del mundo sub 20, pero en esta ocasión su protagonismo ha sido mayor y de tal magnitud que le ha reportado el galardón de jugadora más valiosa del torneo. “Nunca me había imaginado que las cosas saliesen tan bien”, explica la jugadora del Star Center Uni Ferrol. “Con el oro ya me conformaba, pero ni de largo pensé nunca que pudiese lograr el MVP o estar en el quinteto ideal, porque hay gente de muchísimo nivel en un Europeo. No se puede pedir nada más”.

Ha jugado un papel determinante en la consecución de este título y se la ha visto cómoda, confiada y resolutiva ¿Ha sido su mejor concurso con la selección?
Yo lo único que quería es ver un “+1” en el marcador de España, pero sí es cierto que cuando te van saliendo las cosas bien te pones contenta, coges confianza y te dices a ti misma que puedes asumir un poco más. Además, contar con la confianza del cuerpo técnico y las compañeras, como me ha pasado a mí, es fundamental, porque sabes que si te equivocas ellos te van a animar dándote el impulso que necesitas.

¿Llegar a la selección tras haber realizado un gran año con su equipo, el Star Center Uni Ferrol, ha influido también en su rendimiento?
Sin duda. Jugar con gente más mayor en la Liga Femenina 1, convivir con jugadoras norteamericanas –te tienes que adaptar a su forma de vida y de juego–, tener más responsabilidad en el equipo, estar fuera de casa... todo eso te hace madurar. Yo tenía muchas ganas de jugar este Europeo con la selección porque venía con mucha confianza de hacer un buen año con el Star Center Uni Ferrol y esa confianza en mí misma y contar con más minutos han sido clave para que las cosas me hayan salido bien, porque es algo que la jugadora transmite a los entrenadores

La selección partía como favorita y no se ha movido ni un ápice de ese guion, lo cual es mucho más difícil de lo que parece.
Hemos ganado todos los partidos tanto en el Europeo como en la concentración de preparación y nuestro campeonato ha sido realmente muy bueno. Somos, ante todo, un equipo y eso se nota. Hemos ganado los tres últimos Europeos, somos la generación de oro y eso es un gran logro.

¿Cuál es el mejor recuerdo que se lleva del torneo?
Creo que la final, porque cuando llevas diez años compartiendo muchos momentos con tus compañeras y sabes que te entregan el último oro de formación es un orgullo. Se me saltaron las lágrimas, porque se acaba esta etapa que fue tan bonita y en la que lo pasamos muy bien.

Y en ese momento en el que la designan mejor jugadora y recoge el trofeo de MVP, ¿que se le pasó por la cabeza?
No te da tiempo a pensar en nada. Salí temblando y volví llorando. Era un momento de demasiados sentimientos por dentro. Mi madre me vio llorando y también se derrumbó. Ella también fue jugadora y sabe lo que es vivir una experiencia así. He tenido la suerte de que, como Matosinhos está cerca de Vigo, vinieron muchos amigos y familiares, gente de Ferrol... y eso hace que la experiencia haya sido todavía mejor. La verdad es que ahora aún estoy en una nube. Supongo que en unos días empezaré a ver el trofeo y darme cuenta de lo fuerte que ha sido todo.

“Me conformaba con el oro, nunca pensé en nada más”

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