ayer el Gobierno volvió a desmentir que se vayan a subir los impuestos. Justo lo contrario que antes de ayer y lo mismo que hace tres días. Un baile de la conga impositivo que tiene de los nervios a los españoles, que se temen que, al final, serán los que tengan que apretarse el cinturón un poco más, y ya no le quedan agujeros. La cuestión es que mientras Moncloa no deja de lanzar globos sonda sobre un posible incremento de la carga impositiva, dos presidentes autonómicos del PP, Díaz Ayuso (por supuesto) y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, han anunciado que eliminarán el impuesto de sucesiones y transmisiones entre familiares directos. Tenemos un nuevo frente de batalla.