Menos mal que Pablo Iglesias no está ya en el Gobierno. De ser así, sería muy difícil ver como sus compañeros socialistas justificaban su ocurrencia de que la Policía y los jueces son muchos más duros con los manifestantes y alborotadores de izquierdas que con nazis. Supongo que el cabreo de Grande-Marlaska sería de los que hacen historia. Y hasta es posible que esté cabreado, ya que, no satisfecho con lo dicho, Iglesias también considera que los agentes “persiguen” a la gente de color, como señaló uno de los integrantes de su lista. Vamos, que no se sabe por qué Podemos está en el Gobierno.