La Fiscalía Nacional Antiterrorista francesa asumió este viernes la investigación del asesinato de una agente de policía cerca de París, que falleció poco después de haber sido apuñalada.
Fuentes judiciales indicaron a Efe que la investigación se ha abierto por asesinato de una persona depositaria de la autoridad pública en relación con una organización terrorista y por asociación terrorista.
Los hechos tuvieron lugar hacia las 14.30 (12.30 GMT) en la comisaría de Rambouillet, a unos 45 kilómetros al suroeste de la capital, y su agresor, de nacionalidad tunecina, según los medios, murió también como consecuencia de los disparos recibidos al ser arrestado.
La emisora France Info detalló que el agresor tenía 36 años, llegó a Francia en 2009 y no estaba fichado por los servicios de inteligencia.
La cadena BFM TV añadió que entró en el país de forma ilegal, regularizó su situación en 2019 y trabajaba como repartidor.
El primer ministro, Jean Castex, que se desplazó hasta el lugar para conocer de primera mano lo sucedido, destacó antes de ese desplazamiento en un mensaje en Twitter que Francia acaba de perder "a una de sus heroínas cotidianas en un acto bárbaro y de una cobardía infinita".
Rambouillet se encuentra en el mismo departamento, el de Yvelines, que la localidad de Magnanville, donde en junio de 2016 un hombre mató con arma blanca a una pareja de funcionarios de policía en la vivienda de estos y posteriormente fue abatido por las fuerzas del orden.
Yvelines es también el mismo departamento en el que el profesor de secundaria Samuel Paty fue decapitado el pasado 16 de octubre tras haber enseñado en una imagen de Mahoma, un asesinato que extendió en el país el debate sobre la libertad de expresión o el derecho a la blasfemia.
"Los mismos horrores, la misma infinita tristeza pensando en los allegados y en los compañeros de esta policía asesinada, los mismos perfiles culpables de esta barbarie, las mismas motivaciones islamistas... No podemos más", escribió en Twitter la líder ultraderechista Marine Le Pen.
El lugar, al que también acudió el ministro del Interior, Gérald Darmanin, fue acordonado con la presencia de numerosos agentes de policía y de bomberos.