El aparcamiento público del barrio de Canido, habilitado como alternativo para evitar la masificación de vehículos en el centro de la ciudad, ha demostrado hacerse necesario dada la cantidad de vehículos que lo ocupan a diario, especialmente a primeras horas del día, por parte de personas que trabajan en la ciudad.
La masificación del mismo, pese a disponer de más de 100 plazas de aparcamiento gratuito, ha llevado, de hecho, a que la Policía Local haya tenido que intervenir para que se respeten las plazas de estacionamiento señaladas y no se ocupen otros espacios del recinto. Las primeras multas ya se han impuesto, algo que ha motivado quejas de conductores que alegan que los coches aparcados en las zonas laterales del estacionamiento no molestan a los demás vehículos y se aportan más plazas.
Sin embargo, el control de las zonas específicas de aparcamiento, para las que el Concello alega que el estacionamiento correcto se vigila como en el resto de la ciudad, contrasta con la protección de las zonas verdes donde se aparca.
Así, la maleza se ha ido apoderando ya de esas isletas ajardinadas y la hierba crece, de tal manera que el mantenimiento se hace esencial en este estacionamiento, evitando así no solo que se aparque en los espacios verdes sino también que se mantengan de la forma adecuada.
La propia entidad vecinal del barrio hacía, en este sentido, un llamamiento a ese cuidado, explicando que es tan importante que los vecinos hagan buen uso del aparcamiento como las buenas condiciones en que este se mantenga. Por lo que reclaman un aspecto más cuidado, para unas instalaciones que funcionan desde hace menos de medio año.