El Gobierno afirma que "hará lo que corresponde" con los indultos a los dirigentes independentistas, aunque asume que la decisión implicará riesgos y es consciente de la dificultad de reconstruir en cualquier caso los puentes de convivencia entre catalanes y entre Cataluña y el resto de España
Las palabras de esta semana del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, sobre la concesión o no de la medida de gracia a los líderes del procés fueron elocuentes de que se dispone a aprobar los indultos.
El momento en el que se hará pública la decisión no se ha despejado pese a que el Tribunal Supremo ha emitido ya el informe preceptivo, aunque no vinculante, en el que los rechaza y considera que son "una solución inaceptable".
Fuentes socialistas señalan a Efe que lo previsible es que el Gobierno se tome aún unas semanas y no prevén que se conozca antes de que culmine el proceso de primarias en el PSOE andaluz para elegir al candidato a la Presidencia de la Junta.
Será el 13 de junio cuando los militantes decidan a su candidato, aunque si ninguno de los tres (Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro) logra un respaldo de más del 50 por ciento, habrá una segunda votación una semana más tarde. Vaticinan en cualquier caso que se conocerán antes del paréntesis político veraniego.
El PP cree que será en julio
En ese sentido, fuentes del PP esperan que la posición se desvele en julio, cuando gran parte de españoles se encuentra ya de vacaciones.
Por su parte, desde el Gobierno se señala que se necesita tiempo para que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, eleve la propuesta correspondiente al Consejo de Ministros.
Sin ratificar el sentido favorable de la decisión, desde el Ejecutivo se asegura que siempre han sido muy francos y honestos con su opinión sobre la situación en Cataluña.
"No hemos escondido la cabeza como un avestruz", afirman antes de recalcar, tal y como asegura Sánchez, que van a trabajar por la concordia.
Frente a los barones
Asumen que la posición contraria a los indultos por parte de dirigentes socialistas como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, no ayudan, pero también recalcan que era lo esperable sabiendo que nunca ha ocultado sus posiciones.
Pero en la línea de lo defendido por la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, recuerdan que la prerrogativa de conceder o no indultos es del Gobierno y se tiene que ser respetuoso con esa competencia.
"Nunca puede haber algo que te impida adoptar la decisión que consideres correcta cuando estás gobernando", señalan para afirmar que Sánchez tiene muy claro cómo hay que actuar con la intención de construir puentes.
Lo que no quiere de ningún modo, afirman las fuentes, es que se vuelvan a repetir hechos como los que llevaron a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, porque "esto no puede ser el día de la marmota".
Para el Gobierno hay cuestiones de Estado a las que hay que poner voz y decisiones, y Sánchez tiene el convencimiento de que le ha tocado a él esta responsabilidad y no va a mirar para otro lado.
"Te toca y tomas tus decisiones pensando en que haces lo mejor para España, no en lo que vaya a decir Page o cualquier otro dirigente", añaden.
Mirar para otro lado es lo que creen que hizo el PP, partido al que están convencidos de que se le fue de las manos la situación y no la supo controlar.
"Gobierna para hacer cosas"
Lamentan que el partido de Pablo Casado siga haciendo bandera del enfrentamiento "y no proponga nada más que castigo, venganza, revancha y que se pudra Cataluña".
"Pero si se pudre Cataluña, se pudre España", advierten las fuentes, que insisten en la necesidad de reconstruir lazos pese a reconocer que es difícil y que los pasos para lograrlo tienen sus pros y sus contras.
Lo que insisten es en que no pueden permitirse no hacer nada porque "se gobierna para hacer cosas".
Se trata de una posición que representantes de los dos partidos del Ejecutivo de coalición aseguran que respaldan "sin ningún tipo de fisura".
No descarta el Gobierno que, cuando se tome la decisión, Sánchez comparezca en el Congreso para explicarla, pero consideran que la petición planteada por Pablo Casado para que lo hiciera la próxima semana, cuando aún no hay una resolución, sólo busca generar ruido.
En medio del debate sobre los indultos, ERC ha tenido un perfil bastante bajo en el Congreso durante la semana.
Su portavoz, Gabriel Rufián no ha hecho declaraciones y ni siquiera tomó la palabra en la moción de la CUP que pedía la amnistía.
Pendiente está una reunión entre Sánchez y el dirigente de Esquerra y president de la Generalitat, Pere Aragonès, una vez que este ha sido investido, pero el Gobierno desliga ese encuentro de su decisión sobre los indultos. "Son -asegura- dos cuestiones totalmente distintas".