Después de obtener una abrumadora victoria con un 95,1 % de los votos en las elecciones presidenciales celebradas el día 25 en Siria, el presidente de este país, Bachar al Asad, comienza su cuarto mandato con las felicitaciones de aliados como Rusia o China y la preocupación de organismos internacionales y la oposición en el exilio.
Los resultados, que se hicieron públicos anoche unas 24 horas después del cierre de los colegios electorales, no han sido una sorpresa para la oposición en el exilio ni una serie de países que habían rechazado reiteradamente esta cita electoral por considerarla un instrumento para revalidar a Al Asad.
Los países garantes del régimen sirio, como Rusia, Irán, China o Venezuela, por su parte, han celebrado la victoria de Al Asad, que va a comenzar su cuarta legislatura de siete años una vez vuelva a ser investido como presidente.
También lo celebró Al Asad, quien en un discurso televisado pronunciado hoy dijo que los sirios han "desafiado a los enemigos de la nación" al votarle.
"Lo que habéis logrado es un fenómeno de desafío sin precedentes a los enemigos de la nación de todas las nacionalidades y lealtades. Esto ha destrozado su ego y su falso orgullo", dijo el mandatario en su declaración.
Rusia sale en defensa de Al Asad
El presidente ruso y principal valedor de Al Asad, Vladímir Putin, fue el primero en felicitar a su colega sirio en un telegrama en el que expresó "la confianza de sus conciudadanos en su curso político, encaminado a estabilizar cuanto antes la situación en Siria y fortalecer su institucionalidad".
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Rusia criticó en un comunicado la posición de Occidente de no reconocer las elecciones sirias "a priori" y la calificó de "un acto de grosera presión política sobre Damasco y un nuevo intento de injerencia en los asuntos internos de Siria con el fin de desestabilizarla".
Esta declaración fue emitida después de que durante el escrutinio la Unión Europea (UE) considerara que las elecciones presidenciales sirias "socavan" los esfuerzos por encontrar una solución "sostenible" al conflicto, al no cumplir criterios democráticos.
Millones de sirios se quedaron fuera del proceso electoral en el noroeste del país, en manos de grupos opositores y facciones yihadistas, y en el noreste, administrado por una autoridad autónoma kurda.
Otros países aliados de Damasco como China o Irán también felicitaron a Al Asad por su "decisiva victoria", así como Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, envió un telegrama de felicitación a su homólogo sirio por revalidar su mandato en una "ejemplar jornada democrática".
"Euforia" en Siria
A la espera de los resultados electorales la pasada noche, miles de personas se congregaron en varias plazas de los territorios bajo el control de Damasco, portando banderas del país y, en algunos casos, fotografías de Al Asad, según imágenes difundidas por los medios oficiales sirios.
Anas Nator, un ciudadano de Damasco de 41 años dijo hoy a Efe que esperó con su familia a los resultados desde las 7 de la tarde y se quedaron celebrando la victoria de Al Asad hasta las 3 de la madrugada del viernes. "Amo a Al Asad y no me imagino a ninguna otra persona liderando el país", dice a Efe.
Con el mismo entusiasmo, Om Ali, una maestra de 43 años asegura a Efe que "la confianza del pueblo en el presidente es grande esta vez": "Estamos seguros de que la etapa próxima será mejor y que el esquema para derrocar al régimen se ha agotado, y las elecciones han demostrado al mundo entero lo que quiere el pueblo sirio".
Por otra parte, Abu Mohamed, un refugiado sirio en el Líbano, indicó a Efe que "los resultados no son una sorpresa en absoluto".
"Tenía pocas esperanzas de que las cosas cambiaran, pero sabía a ciencia cierta de que el cambio era imposible", lamentó.
La oposición, escandalizada
Ibrahim al Jibawi, que representa a la oposición en el Comité Constitucional en Ginebra, constituido a finales de 2019 para redactar una nueva Carta Magna con la participación del régimen, la oposición y la sociedad civil, reiteró que las elecciones del pasado miércoles fueron una "farsa".
"Esto fue una obra de teatro. Todos hemos visto videos que prueban un flagrante fraude y que la gente de 'shabiha' estaba votando más de una vez", dijo a Efe Jibawi en referencia a una milicia siria aliada de Damasco que estuvo en los colegios controlando el proceso.
Aparte de denunciar un supuesto fraude electoral, el miembro del comité también mostró preocupación por las consecuencias que pueden traer estos resultados, como que Al Asad prolongue su mandato con una reforma de la Constitución, algo que ya hizo en el año 2000 para poder gobernar en Siria.
Por este motivo, según Al Jibawi, "estas elecciones no representan nada en absoluto. Es como si no hubieran tenido lugar".